Aprende a organizar tu home office en casa

Desde hace algún tiempo, su entorno de trabajo se ha desarrollado en su propia casa o departamento.
Sí, te uniste al ‘club’ de la oficina en casa, ya sea por necesidad debido a la pandemia, o incluso por elección u oportunidad.
Sea como sea que empezásteis a compartir casa y trabajo a la vez, es necesario saber conciliar esta relación, que no siempre es tan fácil.
Después de todo, hasta que no haya nada nuevo, ahí seguirás compartiendo la doble rutina en casa y en el trabajo.
Para facilitarte las cosas, te sugerimos a continuación algunos consejos para que tu vida sea un poco más organizada, más ligera y, por qué no, hasta divertida.
¡ORGANIZARSE!
Como todo se hace en casa, no hay manera de ser productivo si no se organiza el ambiente, las tareas y hasta la cabeza.
Vamos paso a paso:
- Medio Ambiente: Empieza por limpiar tu escritorio, el suelo y hasta el cómic que cuelga a un lado. Trabajar en un lugar aireado y bien iluminado ayuda a que su cuerpo y sus ojos estén saludables; intente insistir en escribir en la oscuridad que su propia cita será con el oftalmólogo.
- Tareas: Definir ya por la mañana, o incluso la noche anterior, cómo será el calendario del día, ya sea en el trabajo o en casa, sobre todo cuando esta equiparación de tiempos y roles es más flexible. Por supuesto, pueden surgir imprevistos, pero son más ‘evitables’ con una rutina organizada.
- Mente fresca: la falta de planificación es el comienzo de preocupaciones innecesarias: escribe eso en la pared, ¿eh? La razón es simple: si no te importa qué, cómo y cuándo vas a hacer en tu día y aparece algo más nuevo, aumenta la ansiedad, surge el estrés y tu cabeza cae en picada. El remedio para esto se llama una agenda. Úsalo sin moderación.
¡CONSUELTE!
Dado que va a estar sentado allí durante horas, a veces más de lo esperado, que así sea sin dañar su cuerpo.
Algunos consejos:
- Posición correcta: Trabaje en una silla o sillón que soporte su altura y peso en armonía con la mesa. Nada de tener los brazos arriba sobre la libreta -escribir no es parkour- ni tampoco abajo, que flexiona demasiado el cuello. Además de estar cansado, también te da un extra de tortícolis. ¡Imagina trabajar así durante varios días!
- Relájate: Mientras tus manos están frenéticas sobre el cuaderno, dale a tus pies el privilegio de descansar. Preferiblemente sobre un soporte. Cada hora, o menos, estire los brazos, masajee los dedos, tome un descanso. Después de todo, incluso puedes pensar que eres Superman o Wonder Woman en lo que haces, pero no eres una máquina.
- Mantener la paz: El cuerpo solo funciona si la mente está en orden. Por eso, además de la organización mencionada anteriormente, trata de trabajar en un ambiente o habitación privada, donde solo necesites concentrarte en lo que estás haciendo. Esto incluso puede ser difícil, después de todo, estás en casa, pero hace toda la diferencia.
ADAPTARSE O MUDARSE!
Sí, suena radical, pero realmente lo es. Siguiendo con el consejo anterior, reflexiona: ¿cuál es la calidad de tu tiempo de oficina en casa donde estás?
Analiza tus posibilidades:
- ‘¡Me quedo!’: La rutina en casa es ‘un poco’ desordenada, pero aun así es manejable. Reúne a los que viven contigo y establece tiempos y espacios para que todos puedan vivir en armonía. La conversación es fundamental para quienes tienen niños pequeños o adolescentes en casa en estos días de pandemia, por ejemplo.
- ‘SOS home office’: Si ya es posible ejercer tu home office, quizás sea el momento de buscar otro lugar donde vivir, por ejemplo. Esta solución es más práctica, es cierto, para quienes viven de alquiler. Ante la duda, comprueba si, de repente, el dinero que estás recaudando en casa puede destinarse a una inversión inmobiliaria.