¡Bajó el stock! ¿Cómo sobrevivir a la falta de productos?
Basta con darse un paseo por los supermercados para toparse con una realidad cada vez más frecuente en los lineales. Entre un producto y otro, hay un desfase. Y, no pocas veces, un poco más allá, otro vacío.
A continuación, las justificaciones más comunes exponen una realidad preocupante: ‘este producto está agotado por falta de entrega del proveedor’. En otras palabras, no hay ninguna razón por la que aún no hayas llegado allí.
La situación, que ya se presentaba con cierta frecuencia, se intensificó en las últimas semanas por la súbita apreciación del dólar blue, que terminó impactando la compra diaria del consumidor argentino.
Ante este escenario, quienes acuden a los supermercados se encuentran en una situación difícil. ¿Cómo sobrevivir a la falta de productos esenciales para mi vida diaria? Pues de eso vamos a hablar en este texto. Te proponemos algunas alternativas.
1 – INVESTIGACIÓN DE MERCADO
El primer paso para afrontar este problema es hacer un balance de todos los artículos que sueles incluir en tus compras mensuales o semanales. Escriba todo en papel o en un programa de computadora.
Con esta lista completa en la mano, investiga la disponibilidad de productos, ya sea en supermercados y otras tiendas que ya frecuentas como en la amplia competencia.
Esta encuesta se puede realizar de forma presencial, a través de las redes sociales o a través de la dirección electrónica que tengan las empresas. A partir de esta ficha, sabrás dónde están o no los productos sin perder tiempo y dinero a la hora de realizar tus compras.
2 – REEMPLAZO
Ciertamente, como hemos estado observando últimamente, faltarán al menos dos elementos o más. Hemos observado, como ejemplos, la escasez en el suministro de harina, azúcar, aceite de oliva, jaleas, bolsitas de té. La lista crece cada día.
La salida más habitual es utilizar otra marca, aunque sea más cara, para no quedarte sin ese alimento, por ejemplo. Pero, ¿y cuando no existe ni la otra opción? ¿Qué hacer en esta situación?
Bueno, de dos, tendrá que eliminar este artículo de su carrito o reemplazarlo con otro que ofrezca una solución similar. Un ejemplo común ha sido el cambio de carne roja a pollo o cerdo, o incluso huevos. Todo es proteína.
3 – INVENTARIO
Aquí hay una palabra que se ha repetido mucho últimamente en Argentina. Ante el riesgo inminente de desabastecimiento de diversos productos, los consumidores recurren al acaparamiento, en casa. Hay gente que incluso amplía el espacio solo para eso.
Por supuesto, esto sucede a menudo cuando ese producto reaparece en los estantes. Para intentar contener el rápido consumo, algunas empresas han limitado la cantidad de compra, lo que limita el aforo de cualquier stock.
Para aquellos que ya tienen un cierto volumen de productos almacenados en casa, una alerta: atención a la fecha de vencimiento, incluso al retirar de la tienda. Especialmente cuando se trata de comida. No consumir nada más allá de la fecha límite. Barato, ya sabes, puede ser muy caro.
4 – COMPRA COLECTIVA
Por más difícil que te resulte a ti, seguro que lo será para muchas más personas que tengan tu mismo perfil de consumo. Sobre todo si eres de las clases sociales más populares o incluso de las más pobres de la sociedad argentina.
En este caso, puede resultar rentable realizar sus compras al por mayor no solo por existencias, sino colectivamente, ya sea a través de un grupo de familiares, amigos, unión, etc. Cualquiera para el que sea posible comprar más con menos.
Este tipo de iniciativas pueden ser más económicas, por ejemplo, en la adquisición de artículos que no están disponibles en su ciudad y tienen que ser adquiridos de otra región y, en el caso de regiones fronterizas, incluso de otro país.