¿Boris no quiere irse? ¡Sepa cuándo renunciar!

Y el primer ministro británico, Boris Johnson, está más despeinado que nunca. Los vientos son más fuertes que nunca en contra de su gestión. Hasta este miércoles, 38 empleados ya habían hecho autostop desde el huracán.
A pesar de la oposición declarada de los políticos de su propio partido -y, por supuesto, de la oposición-, insiste en mantenerse en pie, al menos hasta que su partido conservador encuentre uno u otro para reemplazarlo.
Se parece mucho a esa situación que vemos alrededor, de gente que insiste en quedarse en el cargo, a costa de todo tipo de argumentos y artimañas. Peor aún es cuando ese alguien eres tú mismo, y solo tú finges no darte cuenta.
Puede empeorar aún más: cuando tu posición firme e intolerante va en contra de decisiones que pueden poner en peligro tus finanzas. De eso vamos a hablar en este texto. ¡No dejes de leer!
1 – GASTO EXCESIVO
Planificó su presupuesto, o al menos trató de hacerlo, y por alguna razón, inesperada o no, se da cuenta de que no alcanzará su meta (otra vez) este mes. Muy bien, sucede, simplemente realinee el gasto.
Pero no. Aunque consciente del inminente agujero en sus cuentas, sigue adelante con esa compra realizada por puro impulso. Es a partir de este tipo de actitud que debe mantenerse tan alejado como la Argentina del continente europeo.
2 – COMODIDAD
Después de tanto tiempo en tu trabajo o negocio, en lo que más piensas es en tu ansiada jubilación. Pronto viene a la mente el tiempo deseado para viajar o merodear frente a la casa, viendo pasar el tiempo.
Es obvio que después de trabajar tanto te mereces el descanso. El problema es que ahora todavía es tiempo de trabajo. Y más: nuevos planes, cambios. Renuncia a la complacencia. Tu futuro te lo agradecerá.
3 – ESTRÉS
Tu estado de ánimo puede afectar directamente la forma en que administras tu dinero. Así que tómate un momento solo para ti, reservado, en silencio, para analizar tu presupuesto o los proyectos de tu empresa.
Abandona las prisas, el estrés, el ‘calor’ después de otro intenso día de trabajo antes de ocuparte de asuntos importantes para tu día a día, entre ellos, el debido cuidado con tu dinero. ¡La salud debe ser una inversión, no un gasto, si entiendes!
4 – TERCERIZACIÓN
Ante una dificultad o un fracaso, la persona se ve tentada a culpar a las circunstancias, al otro, al gobierno o incluso al perro. Finalmente, en un lapsus de sinceridad, se suma a la lista de responsables.
Entender lo que pasó y colocarse como un agente que en ocasiones provoca o es responsable de las cosas que le suceden, incluso desde el punto de vista financiero, es el primer paso para superarse y seguir adelante. Renunciar al papel de víctima.
5 – RENUNCIA AL ETERNO ‘SÍ’
¿Encontraste eso extraño? Así que continúa aceptando lo que todos te ofrecen y te piden, a costa de un sacrificio más allá de la capacidad humana de cuidar todo lo que prometiste que harías, comprarías, asumirías…
Desarrolle su habilidad de decir ‘no’ y vea la diferencia. Hay gente que se aventura a abrazar el mundo, llenar la agenda de la semana y, poco después, la cola de psiquiatría. Renuncia al falso ‘heroísmo’. El tiempo es dinero, pero también lo es la vida.
ENTONCES, ¿YA DECIDISTE?
Ciertamente, después de leer este texto debes haber abandonado algunas actitudes y prácticas que están interfiriendo con tu calidad de vida financiera y personal. Así que adelante: no seas ministro de tu propio fracaso.