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Canasta básica: ¿stock ahora o comprar a precio congelado?

Actualizado novembro 3, 2022 | Autor: Rodrigo Viudes
Canasta básica: ¿stock ahora o comprar a precio congelado?

Y el gobierno federal continúa negociando con las empresas del sector de alimentos y bebidas para consensuar los precios a practicar en el próximo modelo a seguir en todo el país.

Por el momento, se mantiene la tesis de que los valores deben permanecer congelados durante 120 días, con excepción de otras partidas que podrían sufrir reajustes de hasta un 4% en ese lapso (es decir, hasta marzo).

La prioridad del control de precios está en los artículos que componen la canasta básica. La lista oficial debe incluir entre 1500 y 2000 productos. El propósito es tratar de contener el hambre de la inflación mientras crece la del pueblo.

Ante este escenario, hay quienes ya están pensando o incluso recurriendo a alternativas de consumo para no quedarse sin provisiones en casa. Después de todo, ¿vale la pena abastecerse o esperar para comprar a un precio congelado?

ESA ES LA CUESTIÓN…

A primera vista, es necesario asumir que vivimos con precios controlados de alimentos y otros artículos en general, desde 2014, con el lanzamiento del Programa Precios Cuidados por parte del gobierno federal.

La última ‘versión’, válida desde julio de este año, consta de algo más de 900 artículos cuyos precios están identificados en los supermercados e hipermercados, como estamos acostumbrados a ver en cada visita que realizamos.

En otras palabras, llevamos tiempo conviviendo con esta realidad, por lo que podríamos haber desarrollado algunas prácticas que puedan facilitar el manejo de nuestros alimentos y otros productos.

¿Y QUE HACER?

En este sentido, por tanto, existen algunas iniciativas y ciertas precauciones cuya recomendación puede contribuir a que tus compras sean más seguras, más racionales y, por supuesto, menos costosas de lo que podrían ser. Compruébalo a continuación:

1 – BÚSQUEDA DE PRECIO

Tal vez encuentre extraña esta primera recomendación. Después de todo, los precios de los productos incluidos en el programa del gobierno serían los mismos en todas partes, ¿no? En teoría, sí. Pero no ha sido así.

En los últimos meses, por ejemplo, puntos de venta de todo el país fueron multados por el gobierno tras inspección y verificación del incumplimiento de los valores definidos por el programa nacional.

Así que no lo dudes: antes de comprar, consulta el valor oficial de cada producto. Si ves algún cambio, repórtalo. Defiende tu derecho a pagar el precio fijado por el gobierno y no por el dueño del supermercado.

2 – CONTROL DEL CONSUMO

Teniendo en cuenta que los precios se mantienen en los valores establecidos, es de esperar que, al menos así, la inflación no erosione el poder adquisitivo de los ciudadanos para que puedan acceder hasta que se produzca alguna corrección.

Mediante este razonamiento, es posible evitar que cualquier estancia de tu casa se transforme en un verdadero mini-mercado dada la cantidad de productos almacenados, como si fuéramos a prepararnos para una guerra.

En estas circunstancias, se recomienda mantener el stock a cargo del supermercado y de usted la compra segmentada, restringida solo a los productos de consumo más inmediato, debidamente controlada en su presupuesto.

3 – VALIDEZ

De hecho, hay quienes prefieren tener un mayor stock de alimentos y otros artículos, ya sea por costumbre de compra o por necesidad, como el consumidor que vive en la zona rural y garantiza la compra del mes (o incluso más).

En estos casos, es fundamental prestar atención no solo a los precios correctos sino también a la validez de los productos. Siempre revisa esto. De hecho, es una práctica común exhibir productos con una fecha de vencimiento más cercana al frente.

Los productos más perecederos, como frutas y verduras en general, no deben almacenarse durante muchos días, ya que se estropean rápidamente. Todavía es importante prestar atención a la refrigeración de las carnes. Además de ser costosos, son igualmente susceptibles de sufrir pérdidas debido a una refrigeración inadecuada.