Changes a la Massa: ¿y tu bolsillo, cómo será?
En medio de tantas malas noticias sobre la realidad de nuestra economía –muchas de las cuales se reflejan y analizan aquí en UDS Finanças– apareció otro anuncio oficial, catalogado como, al menos, entre los ‘menos malos’.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anticipó la comunicación de algunas medidas que apuntan a tratar de frenar la inflación, por medios que cree son suficientes para aumentar el poder de consumo de la población.
En este paquete se incluye el aumento del mínimo no imponible en el Impuesto a la Renta, el congelamiento de los precios de los productos por 90 días e incluso una ‘campaña’ para estimular la venta de televisores en vísperas del Mundial de fútbol.
La pregunta que surge ante un menú tan variado, servido ‘a la Massa’ a la endeudada sociedad argentina es: ¿cómo puede contribuir todo esto a mi bolsillo? Ayúdese de nuestros pensamientos aquí.
BAJO REGLA TRIBUTARIA
Según el ministro, el monto mínimo no gravable del Impuesto a la Renta será de $330.000 pesos a partir del 1 de noviembre. Si lo hace, será la segunda solución en solo cinco meses.
A junio, por lo tanto, el valor actual es de $280.792. Y con derecho a una ‘lambuja’ con valor deducible para quienes excedan el salario mínimo pero no ganen más de $324,182 pesos, menos de $6 pesos al nuevo valor mínimo anunciado.
En la práctica, la medida pretende beneficiar a los estratos más pobres, cuyos ingresos no alcanzan el mínimo actual, ni lo que debería implementarse. La idea es crear un llamado ‘gordo’ a partir de rentas no imponibles.
Es el dinero que, en teoría, serviría para la compra de productos de primera necesidad en el supermercado, por ejemplo. Vale la pena recordar, sin embargo, que aún hoy millones de argentinos tratan de sobrevivir con un salario mínimo de $51.200 pesos.
PRECIO CONGELADO
El acceso a más productos ya precios supuestamente accesibles a la mayor parte posible de la población también está en el menú de los anuncios de Massa. Su idea es que los precios se congelen durante 90 días.
Más que eso: que ya vienen impresos en el empaque en la fábrica y así llegar a manos de los consumidores en los estantes. Según el ministro, esta medida otorga mayor previsibilidad al consumo.
El reto está en convencer a la industria para que asuma esta apuesta, más en un mercado que reajusta valores todo el tiempo ante una inflación galopante, acumulada en un 83% en tan solo un año.
Hasta el momento, lo máximo que ha logrado el gobierno ha sido el mantenimiento del Programa ‘Precios Cuidadosos’, reducido recientemente a 450 productos cuyos reajustes se mantienen, aunque por debajo de la inflación mensual.
EFECTOS DE BOLSILLO
Si efectivamente se produce el congelamiento, el argentino finalmente tendrá la oportunidad de volver a comprar más de lo que se ha llevado hoy a casa, siempre que los salarios sigan acompañando al menos una parte de las pérdidas inflacionarias.
Porque de nada sirve parar artificialmente los precios y que el poder adquisitivo siga asfixiado como antes. De ahí la importancia de la percepción de cada consumidor de la ganancia real de las medidas futuras de su ingreso o salario.
Cabe señalar que, si se producen, las medidas relacionadas con el consumo, por ejemplo, son temporales. Solo pretenden estimular el consumo. Por eso está alerta al atractivo de precios para compras por encima de la capacidad de pago.
Tomemos, por ejemplo, el incentivo que ofrece el gobierno para la venta de televisores y celulares, como afirma Massa. La ‘oportunidad de compra’, avalada por un estímulo externo (el Mundial) tiene sus riesgos.
Imagínate que, emocionado por la participación de la selección argentina, compras un televisor grande. La Copa pasará pronto, no hay garantía de título y puede que tengas muchas más cuotas en tu presupuesto. ¿Qué apostar?