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¿Cómo ahorrar en la organización de fiestas?

Actualizado dezembro 20, 2022 | Autor: Rodrigo Viudes
¿Cómo ahorrar en la organización de fiestas?

El martes comenzó con una fiesta. Recibimos a nuestros tricampeones mundiales de fútbol en la madrugada y amaneció día festivo, decretado para que los argentinos festejen a su selección.

La jornada promete: al inicio nuestras estrellas desfilarán en un carro descubierto por las céntricas calles de Buenos Aires con la Copa del Mundo en sus manos. La previsión es que la animación avance hacia la noche, invadiendo el miércoles.

Como las fiestitas son una tontería, qué tal promocionar la tuya también, con diversión garantizada y pagando menos de lo que hubieras pagado si no hubieras leído nuestros consejos esenciales, para alegría de tu presupuesto.

Ya sea para el mundial de fútbol o para celebrar un cumpleaños, una boda o esa barbacoa de fin de semana con amigos, consulta a continuación qué hacer para no ‘saltar’ la factura a pagar mientras no pasa la resaca…

1 – MI CASA, TU CASA

Uno de los principales costos para organizar una fiesta es el lugar donde se llevará a cabo. Las grandes reuniones sociales, como las graduaciones y bodas tradicionales, suelen ocupar salones ubicados en clubes, asociaciones, hoteles, clubes nocturnos.

Por lo tanto, dependiendo de la fiesta y la cantidad de personas que esté dispuesto a invitar, calcule lo suficiente para ser recibido en su propia casa o en el salón de baile de su condominio, que se brinda de forma gratuita con cita previa.

2 – LISTA LIMITADA

Reforzamos el tema del límite de invitados. Si tu referencia es el coste, calcula el importe en base a un consumo medio estimado o conocido de alimentos y, especialmente, de bebidas.

Antes de hacer los cálculos, considere el límite presupuestario reservado para la fiesta. A partir de este monto, calcule todos los gastos tomando como referencia el promedio mencionado en el párrafo anterior. Tendrás a mano cuantos puedes invitar.

3 – COMUNICACIÓN DIGITAL

Hubo un tiempo en el que se dedicaba una gran cantidad de tiempo a estudiar minuciosamente docenas de invitaciones en papel para completar individualmente y entregar en persona. Todavía hay quienes conservan esta tradición.

En estos tiempos acelerados, las viejas convenciones sociales han perdido terreno frente a soluciones más rápidas y, por supuesto, más económicas. Las tarjetas digitales, enviadas a través de tableros de mensajes, son tan gratuitas como prácticas.

4 – AL POR MAYOR

Con todo lo que necesitas comprar para la fiesta, inicia tu búsqueda de tiendas y supermercados. Para su comodidad, consulte los precios que están disponibles en los sitios web o redes sociales de las empresas.

Incluya también sus visitas virtuales a hipermercados, cuyas ventas mayoristas suelen ofrecer mejores precios, siempre y cuando se compre la cantidad especificada. Pero, ¡cuidado con los residuos!

5 – JUNTA DE BANDEJA

Si la fiesta es íntima, de esas en las que solo están presentes familiares o amigos muy cercanos, vale la pena proponer una ‘comida comunitaria’, en la que todos puedan aportar una comida diferente.

Las bebidas, que suelen comprometer gran parte del presupuesto, también se pueden ‘prorratear’ entre los propios bebedores, de forma que cada uno se lleva la cantidad que quiere consumir.

6 – SIN BUFFET

Hay algunas ocasiones festivas en las que se requieren servicios de cocina y servicio de mesa. Después de todo, no querrías saludar a tus invitados con las manos oliendo a ajo o pescado, ¿verdad?

Pero, cuando las circunstancias lo permitan, basta con que la comida, aunque la hayas preparado con antelación, se coloque sobre la mesa para que tus invitados se sirvan ellos mismos. La misma condición se aplica a la mesa de dulces para los niños.

7 – ALEGRÍA COMPARTIDA

Todavía en el espíritu de las ‘join pots’ sugeridas anteriormente, ¿por qué no unir grupos? Esta opción se recomienda para familiares y amigos cuyos cumpleaños estén lo suficientemente cerca como para organizar una sola reunión.

Por supuesto, habrá quienes impugnen esta estrategia económica, con el legítimo argumento de que la gente allí reunida tiene más de una oportunidad de reencontrarse. El que insista, que no se resista: ¡que pase la ley del partido! Quién sabe, ¡quizás encuentres un patrocinador generoso!