¿Cómo comprar vinos buenos y baratos?

Quien aprecia el buen vino suele estar abierto a nuevas experiencias sensoriales con añadas y marcas que en ocasiones aún desconoce. Sin embargo, esta tarea no siempre es bien digerida por el bolsillo del cliente.
Ante tantas posibilidades, el consumidor termina siendo nivelado por los valores disponibles en los anaqueles, en detrimento de la oportunidad de degustar nuevos sabores, ya sean de nuestros exquisitos vinos o de importación.
Ante este desagradecido impasse, ¿qué puedes hacer para llevarte a casa un vino que se adapte tanto a tu paladar como a tu bolsillo? Pues de eso te hablaremos en este texto, para hacerte más fácil tu próxima visita a una bodega.
1 – ALCANCE COMÚN
¿Conoces esa vieja estrategia que usan los supermercados, de poner a la altura de tus ojos o de tus manos, los productos que quieren tener más ventas? Bueno, el vino no es diferente.
Así que, antes de estirar el cuello o agacharte para rebuscar entre lo que hay en las estanterías, primero echa un vistazo a todas las marcas que te llevarías con el simple esfuerzo de estirar el brazo y compara todos los precios.
2 – PROMOCIONES
Aún en esta misma perspectiva, seguramente notará algunas o varias promociones. En el caso de los vinos, es común la rutina de rotación de productos, especialmente en los supermercados.
Quienes tengan la costumbre de comprar vinos tendrán una mayor percepción de los valores rebajados. Puede ocurrir que el descuento no sea tan generoso como supone la publicidad y sea mejor llevarse otra botella.
3 – ¡OJO EN LA ETIQUETA!
Un buen consumidor de vinos sabe muy bien que no se lleva un producto a casa por la belleza de su envase, aunque éste a veces llame la atención al observar a los más desprevenidos en este tipo de negocios.
Información como el tipo de uva, el año de la cosecha, quién la produjo e incluso eventuales premios marcan la diferencia para un consumidor más atento, incluso al comparar precios.
4 – ORIGEN
Como el tema aquí es la economía a la hora de comprar vino, es importante no adelantarse a la hora de elegir un producto sólo por el precio. Fundamental es saber cómo llegó a tus manos. Sí, de dónde vino.
La mejor manera de saber esto es verificar el nombre del productor y, en el caso de productos importados, el importador. Esta simple observación lo ayuda a estar seguro de que está tomando el vino real y no un anuncio falso.
5 – CONSULTAR AL SOMMELIER
Ante la duda sobre el origen u otra información sobre el vino deseado, la forma es recurrir a sus conocimientos y, en su defecto, a sitios web especializados. Según donde estés, del sumiller de la casa.
Profesional en la materia, podrá aclarar todas tus dudas sobre los tipos de vinos, las mejores añadas y la combinación de sabores, texturas con diferentes aperitivos. En caso de duda, investigue un poco.
6 – LÍMITE DE COMPRA
Sea cual sea tu gusto, es el bolsillo el que definirá hasta dónde puedes llegar a la hora de comprar una buena botella de vino. Por lo tanto, estipule un techo en su presupuesto y trate de cumplirlo al pie de la letra para no excederse en la dosis.
Una buena estrategia en este caso es trocear tus ingresos comprando dos o más botellas: una que esté en oferta (y ya la hayas probado y aprobado) y otras que compensen la relación costo-beneficio.
¿TE GUSTAN LOS CONSEJOS?
Existen otros indicios para facilitar su compra, como la preferencia por vinos tintos, blancos y otros, lo que implicaría un análisis más subjetivo. En general, los consejos anteriores seguramente ayudarán tanto a los compradores experimentados como a los novatos. ¡Beba con moderacion!