¿Cómo finalmente empiezas a ahorrar dinero?
Primer lunes de 2023 y vuelves a los viejos tiempos. Y, claro, ya imaginando cuánto tendrás que seguir trabajando para juntar la primera renta o salario en enero.
El problema es que el dinero sí llega, pero se va a una velocidad aún más impresionante, sin mucho tiempo, espacio y reflexión para que quede algo que te recuerde una nómina o un saldo bancario que ya no existe.
Triste eso, ¿no? Así es. Y así debe seguir siendo durante todo este nuevo año mientras no consigas la hazaña de organizarte de tal forma que puedas hacer que tu dinero rinda más de lo que imaginas.
Para ello, te indicamos a continuación cuatro alternativas que, bien practicadas, pueden incluso acostumbrarte a la dulce idea de que el dinero sí se puede ahorrar. Así que no pierdas el tiempo: ¡lee nuestros consejos y ponlos en práctica!
1 – AHORRO SEMANAL
La técnica es bastante simple. Ahorre una cantidad en una semana y aumente a lo largo del año, hasta finales de diciembre. ¡Al final habrás ahorrado la cantidad de una suma ampliada 52 veces!
En la práctica, si ahorras $1 peso argentino esta semana, harás lo mismo con $2 la siguiente, y así sucesivamente. Detalle: el valor es acumulativo por semana. Solo en el último mes, con cuatro semanas de diferencia, los ahorros serán de $202 ($49 + $50 + $51 + $52).
El lado bueno de esta estrategia es enseñar el hábito del ahorro. Al principio puede no parecer tan difícil. El problema está a la mitad, cuando los valores empiezan a acumularse. Para ello, añade un propósito y no te rindas.
2 – DIVISIÓN 50-15-35
Existen algunas estrategias conocidas para dividir en partes el presupuesto personal o familiar. Este es uno de los más conocidos (y no necesariamente practicados): 50% para gastos comunes, 35% para tu ocio y 15% para tus objetivos.
Evidentemente, todos estos porcentajes pueden fluctuar hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de las prioridades y planes de cada uno. En general, ayudan a determinar por adelantado cuánto se gasta y dónde.
Sin embargo, estas variaciones porcentuales pueden verse seriamente comprometidas cuando la renta disponible requiere que alrededor del 70% se destine a gastos esenciales. En este caso, esta solución puede resultar inviable para ahorrar dinero.
3 – MÉTODO DE CRITERIOS
Tendemos a tomar el dinero que ganamos un poco más en serio cuando hacemos las preguntas correctas para comprender el destino de cada centavo que sale de nuestros bolsillos para comprar o pagar cualquier cosa.
Cuando nos referimos a todos nuestros objetivos, debemos prestar atención a qué tan específicos son, si se pueden medir, cómo se lograrían, cuál es su verdadera relevancia y en qué marco de tiempo.
Estos temas por sí solos serían suficientes para calificar el presupuesto, ya sea personal o familiar, porque daría un norte para la aplicación del dinero, dando espacio a economías sustentables.
4 – MENOS CONFORT, MÁS INICIATIVA
Vivimos tiempos extraños en los que tenemos la osadía de pedirle a un conductor a través de una aplicación que recoja pan en una panadería a solo cinco cuadras de casa (excepto cuando tenemos problemas de movilidad).
Con el paso del tiempo y una estrepitosa pereza encarnada, se crea un hábito que no tarda en pesar en el bolsillo. Ese dinero que se podría ahorrar con unos cuantos paseos se va por el desagüe.
Es decir: replantéate algunas ‘modernidades’ del comportamiento típico de quien vive en las grandes ciudades y plantéate anotar cuánto tu aprecio por unas supuestas ventajas puede estar impidiendo que tu cuenta se cierre a final de mes.