¿Cómo gestiono mis gastos variables?
Como era de esperar, el consumo de electricidad se encareció aún más este mes de febrero. Aunque estés entre los exentos del reajuste tarifario, hay una mala noticia: tu bolsillo debe verse afectado de la misma manera.
Basta con dar una vuelta por el supermercado, por ejemplo, para notar cómo algunos artículos, especialmente aquellos que necesitan refrigeración, incluida la carne, pueden ver incrementados sus precios. Así es: el coste se repercute en el consumidor final.
Además del supermercado, tienes muchos otros gastos mensuales cuyas cantidades no siempre son las mismas que el mes pasado en tu propio presupuesto. Estos gastos se denominan variables porque son de naturaleza flexible.
Por cierto: ¿cómo puedo gestionar estos valores para que mi dinero rinda más con el mismo valor? Esto es lo que discutiremos en este texto. Por cierto, aquí está el desafío que esperamos que puedas superar a finales de este mes.
¿DE QUÉ GASTOS ESTAMOS HABLANDO?
Esos que tienes que pagar todos los meses y que no siempre puedes medir exactamente la cantidad, ya sea porque la definición no depende de ti o incluso excede tu planificación, por necesidad.
En este ‘paquete’ de gastos variables se encuentran:
- Alimentación
- Alimentos para mascotas y atención médica
- Combustible
- Compras en el supermercado
- Facturas de agua, luz, gas, entre otros
- Medicamentos
- Ocio
Por si esto fuera poco, hay muchos otros que podrían incluirse en esta lista, como la compra de regalos para cumpleaños y bodas, la reparación de vehículos e incluso una necesaria donación de última hora.
OK, PERO ¿CÓMO REDUCIRLO?
Esa es la cuestión. Aquí es donde debe entrar en acción para que el dinero pueda, de hecho, rendir al menos un poco más. A continuación se presentan algunos consejos que pueden contribuir a este propósito a partir de hoy:
- Gestionar el uso de la electricidad (reducir el tiempo de duchas con agua caliente, sacar de la toma de corriente los electrodomésticos que no se utilicen, apagar las bombillas, etc.)
- Uso concienzudo del agua (duchas más rápidas, dejar el grifo más cerrado que abierto al lavar el fregadero, evitar lavar el patio, etc.)
- Revisar las listas de la compra de los supermercados según criterios de los artículos más urgentes y, de estos, los más baratos
- Reducir el uso del coche propio, alternando con el transporte público u otros medios de transporte, incluido caminar, si se puede
- Preparar la comida para llevar al trabajo en casa, utilizando el gas de forma más eficiente
¿Y DESPUÉS?
Después no. ¡Y ahora! No basta con adoptar prácticas más económicas, sino administrarlas con la punta de un lápiz, o con el dedo si prefieres controlar tu presupuesto mensual a través de hojas de cálculo o aplicaciones disponibles en internet.
Para fines de análisis, compare los gastos variables de los últimos tres meses y vea por qué cada valor ha subido o, quién sabe, incluso ha bajado. De lo que ha aumentado, hacer contención y de lo que se ha reducido, mantenimiento.
En otras palabras, significa decir que si no estás dispuesto a apretarte el cinturón en lo necesario, de nada te servirá tanto sacrificio. Si su objetivo es ahorrar, tenga el control de cada centavo que entra o sale de su bolsillo.
ESFUERZO COLECTIVO
De nada sirve comprometerse a reducir tus gastos variables si los demás miembros de tu familia que dependen de los mismos ingresos no participan de este compromiso con el mismo fin.
Permitir que todos tengan acceso a los movimientos de dinero, para entender la realidad propuesta y darse cuenta de cuánto se puede hacer aún para que el dinero termine el mes con el mayor saldo positivo posible.
Compartir la gestión de los gastos del hogar brinda transparencia y amplía las responsabilidades de cada miembro de la familia para que, por su parte, la economía sea exitosa en términos de actitudes y resultados financieros.