¿Cómo hacer una negociación salarial?

A pesar del actual salario mínimo, vital y móvil de $69.500,00 pesos argentinos, los profesionales liberales en general estarían evitando ofertas de trabajo que ofrezcan menos de $100.000,00 mensuales.
Al menos eso es lo que señala el informe Índice del Mercado Laboral de febrero producido por Bumeran, un sitio de búsqueda de empleo conocido por sus decenas de miles de ofertas laborales diarias.
Según la misma fuente, incluso los puestos ocupados por principiantes buscan salarios de al menos $98.000,00, como promotores de ventas, y $116.264,00, como operadores de telemercadeo.
Ante esta realidad, la pregunta sin respuesta es: a pesar de que necesito un trabajo ante una situación económica tan difícil, ¿cómo puedo obtener una cantidad justa para mi salario inicial o, en su caso, conseguir un reajuste?
Bueno, eso es exactamente de lo que vamos a hablar en este texto. ¡A continuación se muestra una guía paso a paso que puede seguir antes de sentarse frente a su futuro empleador o jefe para tener esa conversación tan esperada!
1 – ¡INVESTIGA ANTES DE PENSAR!
Es eso mismo. Antes de imaginar todo ese volumen de dinero que esperas recibir por el mes que trabajas, es necesario que tengas un encuentro con la realidad, comenzando por la empresa en la que pretendes dedicar tu esfuerzo diario.
Y eso significa conocer la mayor información posible sobre el comportamiento en el mercado y cuánto has estado pagando a los profesionales de tu zona para no llegar con una cantidad por encima de la posibilidad de recibir. Si es así, ni siquiera vayas.
2 – TUS HABILIDADES
Más allá de la empresa, examínate como profesional. ¿Sus conocimientos y experiencia serían realmente aprovechados y debidamente remunerados? ¿Lo que sabes es suficiente para exigir más de lo que pagas?
De ser así, analice más a fondo si no sería interesante un puesto directivo. Si no hay tal oferta, proponer. Quién sabe, el futuro jefe podría ver una solución en ti y orientar tu contratación por un mejor salario.
3 – TU MOMENTO
Hay algunas circunstancias que normalmente interfieren con tu margen de negociación de tu salario. Si eres principiante, por ejemplo, te ofrecerán lo básico. También si estás desempleado.
Ante estos casos, y otros similares, mira si el salario que te ofrecen cubrirá lo que tendrás que gastar en transporte y alimentación, si no te ofrecen estas prestaciones. Lo más importante, no negocie su dignidad.
4 – SOLICITUD DE AJUSTE
Este consejo es para aquellos que no ven la hora de sentarse frente a su jefe para pedirle ese aumento de salario real, y no el rutinario que solo corrige las pérdidas inflacionarias, si eso es todo.
Antes de hablar con el gerente o jefe, debes considerar el tiempo de trabajo a tu favor, las responsabilidades que has asumido más allá de tus atribuciones y, sobre todo, los resultados más allá de las expectativas en las que has participado. Dicho esto, vete.
5 – CABEZA FRIA, ARGUMENTO CALIENTE
De hecho, estas conversaciones de solicitud de reajuste no suelen ser tan fáciles. Pero, como buen argumento, considerando todo lo que ya has leído en este texto, por ejemplo, es probable que el ‘no’ se convierta en un ‘sí’.
Propón un porcentaje de aumento que entiendas justo, hasta ajustarlo lo máximo posible. Y, si tiene la propuesta rechazada, ya reprograme la fecha más temprana posible para tratar el asunto nuevamente.
Dependiendo de tu caso, el empleador puede alegar cualquier tipo de situación que justifique no ofrecerte ningún aumento. Escuche atentamente, sin emocionarse. Peor que no ver ningún ajuste es salir despedido de la habitación.