¿Cómo lidiar con los líderes que piden irse?
Y el expresidente de Argentina, Maurício Macri, del Partido Republicano Propuesta (PRO), anunció que ya no se postulará para el cargo que ocupó desde el 10 de diciembre de 2015 hasta la misma fecha de 2019.
En la práctica, abre oportunidades para otros nombres de centroderecha en el país mientras el gobierno de Alberto Fernández debe postularse para la reelección. La disputa electoral está prevista para octubre.
Dejando a un lado la política, debido a que el tema que elegimos para nuestro sitio web son las finanzas, la pregunta natural que debes estar pensando después de los dos primeros párrafos de este texto es: ¿qué tiene que ver una cosa con otra?
Bueno, aquí es donde también preguntamos: ¿cómo sueles lidiar con los líderes que deciden simplemente dejar la empresa en la que trabajas como empleados o cuando eres el propio jefe? Eso es lo que vamos a tratar aquí.
PRIMERO, ALGUNAS CONSIDERACIONES…
La entrada, permanencia y salida de profesionales forma parte de la historia de las empresas y otras instituciones y organizaciones. En este momento, ciertamente hay algún ejecutivo, gerente o jefe que tiene que tomar alguna decisión al respecto.
Lo que aquí nos interesa es saber qué hacer cuando nos encontramos ante una situación que, según los casos, puede poner en riesgo nuestro trabajo y, principalmente, nuestro salario. De ahí la importancia de analizar la salida de un líder.
El tema también requiere ser observado desde el punto de vista del empleador, especialmente cuando el cambio se debe a factores externos o internos que impulsan la discontinuidad de la gestión y, en ocasiones, de la propia empresa.
- CAMBIO DE JEFE. ¿Y AHORA?
Llegas al trabajo y, cuando menos te lo esperas, se convoca una reunión para presentar al nuevo jefe de tu departamento o sector: una persona diferente, contratada de fuera para gobernar y gobernar.
Bueno, ciertamente no querrás ser el primero en meterse en problemas, ¿verdad? La primera actitud debe ser acogedora, realmente acogedora y comprensiva sobre cómo será el trabajo a partir de ese momento.
Por eso es necesario el diálogo, la exposición de los procesos llevados a cabo hasta ahora y la apertura a ideas que puedan contribuir a mejores resultados que los obtenidos hasta ahora sin interferir en el campo de los derechos laborales.
- EL NUEVO GERENTE FUE ASCENIDO DE MI EQUIPO
En lugar de traer a un ‘extraño’ para dirigir el departamento, el director entendió que la selección del nuevo jefe debería salir de la propia empresa. Y, para su sorpresa, o no, el elegido fue un colega de sector.
De inmediato, es importante ser consciente de que, a partir de ese momento, la misma persona con la que incluso reservaste algunas confidencias internas en el trabajo tomará la decisión de mantenerte o despedirte.
Por tanto, la mejor opción aquí es ajustar esta relación a los nuevos tiempos, con profesionalidad y respeto. De lo contrario, una amistad construida durante años puede perderse junto con el trabajo mismo.
- ¡EL NUEVO DIRECTOR SOY YO!
Después de tanto tiempo de espera, por fin llegó su soñado ascenso en el trabajo. Ese empleado asiduo, comprometido con los resultados de la empresa, ahora se llamará jefe (¡quién sabe, eh!)
Ya sea con el reajuste salarial o aún no, lo cierto es que sus responsabilidades aumentan, ahora no solo con lo que ya hacían, sino también en la gestión de personas, lo que requiere dotes de liderazgo.
Y eso es precisamente lo que, en función de su propio trabajo a partir de ahora, lo consolidará como alguien cuyas órdenes habrán de cumplirse más por la admiración y entrega de sus subordinados que en virtud de la nueva jerarquía.
Y AHÍ, ¿TE GUSTA?
Si es así, pásalo a ese amigo tuyo del trabajo que se sigue quejando de su trabajo, de su salario, de su suegra. ¡Déjalo convertirse en tu jefe!