¿Cómo participar en licitaciones públicas?
En tiempos de recuperación económica, aunque aún bajo el yugo de una pandemia que persiste, el empresario argentino se ha dedicado a recuperar su negocio para sobrevivir a sueños y trabajos.
Entre reabrir la puerta por aquí y lanzar un nuevo producto o servicio por allá, el objetivo es recuperar, mantener y por supuesto ampliar la clientela, ya sea de personas físicas, jurídicas o agencias gubernamentales. ¿gubernamental?
Sí, dependiendo del tipo de segmento industrial o comercial en el que opere, es posible incluir al gobierno -nacional, provincial o municipal- entre los clientes potenciales. Basta que el Poder Público quiera comprar por licitación.
Para que usted sepa cómo participar en este proceso, hemos seleccionado algunas pautas fundamentales, a continuación. Un poco más adelante también se le recordará lo que no debe hacer. ¡Verificar!
EL CAMINO DE LA OFERTA
Consulte a continuación los siete pasos necesarios para estar en condiciones mínimas de competitividad en disputas de compraventa para gobiernos:
1 – Regularización
Su empresa necesita estar formalizada, con sus obligaciones de licenciamiento al día. Hasta que no se apruebe un proyecto que abra espacio a las cooperativas informales, la ilegalidad es el primer obstáculo a resolver.
2 – Sigue los avisos
¿Estás acostumbrado a leer publicaciones oficiales del gobierno a diario? Si desea participar en licitaciones, debe adquirir este hábito o contratar a alguien para que lo haga. El Poder Público puede necesitar lo que haces.
3 – Presta atención a los procesos
Lea atentamente lo que dice cada aviso público, esté atento a la entrega de la documentación necesaria y los plazos (registro de propuestas, recursos, etc). Fallar en este análisis burocrático es poner todo en riesgo.
4 – Acelera las búsquedas
Intente informarse sobre sitios web, blogs o portales que se dediquen a divulgar los avisos, especialmente los del segmento en el que opera. Dedíquese a aquellos en los que pueda ofertar competitivamente.
5 – Cíñete a tu presupuesto
Fijar un límite máximo de puja para el acto de disputa de precios. Ir más allá de ese punto es coquetear con los prejuicios. En otras palabras: no importa cuán buena sea la oportunidad, el costo puede convertirla en una pesadilla. Piense en eso.
6 – Efectivo en caja
Por más que exista la ‘seguridad’ de recibir el servicio prestado al gobierno, el pago puede demorar más del plazo contratado. Por lo tanto, siempre tenga un pronóstico de reserva financiera.
7 – Diferencia tu negocio
Aunque a veces es difícil competir con grandes empresas y marcas, su negocio puede marcar la diferencia a través de la innovación necesaria para el servicio público, y a un precio más bajo que su competencia.
EL CAMINO PELIGROSO
Una vez que sepas qué hacer, ahora analiza qué debes evitar, si estás interesado o estás en un proceso de licitación:
1 – Ingrese ‘esquemas’
Las reuniones de empresas que combinan precios e incluso ganadores en procesos de licitación son públicas y notorias, aunque alineadas en entornos privados. Esta práctica es ilegal porque frustra la libre competencia.
2 – Pagar soborno
Ofrecer cualquier valor más allá de lo establecido en el proceso de licitación, ya sea a competidores o agentes de servicio público, es un delito. Si su empresa es denunciada, tanto ella como usted tendrán que responder ante los tribunales.
3 – Ganar y no cumplir
Ganar un contrato con el gobierno es solo el primer paso. El segundo, aún más importante que el primero, es cumplirlo. Así que solo compite por lo que puedes ofrecer. De lo contrario, su empresa será sancionada.
4 – Externalizar el contrato
Tu empresa no puede asumir un contrato público y pasárselo a otra. La ley permite, en determinados casos, que determinados servicios puedan ser prestados por otras empresas, pero lejos de actuar en el objeto de la licitación. Sea consciente de esto.