¿Cómo presentar mi proyecto en la empresa?
Parece que este domingo no pasa. Es la víspera de una semana importante en la empresa para la que trabaja. Motivo: decidiste presentar un proyecto propio para mejorar algún proceso, producto o servicio.
El problema es que no estás muy acostumbrado a pararte frente a la gente como un orador y tu nivel de ansiedad, solo por eso, ya está por ahí. Después de todo, estarás bajo miradas indiscretas y evaluadoras.
Pero desde UDS Finanças, que no te hemos visto, estamos aquí para darte unos consejos imprescindibles para que tu presentación sea lo más cómoda posible y que el resultado pueda ser, quién sabe, ¡una promoción!
1 – SABE DE LO QUE ESTÁS HABLANDO
Si estás dispuesto a presentar algo, y más aún a tus jefes o compañeros de trabajo, sé muy consciente de lo que estarás presentando. Domina muy bien el tema para, como mínimo, ahorrar tiempo a los demás.
Para ello, estudie en profundidad su propuesta y analice todos los vínculos más probables o posibles con temas transversales, con el fin de ofrecer las aclaraciones pertinentes cuando se le solicite.
2 – PRINCIPIO, MEDIO Y FIN
Tan malo como no saber exactamente de lo que vas a hablar, es no tener una idea completa de cómo empezar, conducir o incluso terminar. Es tedioso seguir a alguien que está visiblemente perdido en sus exposiciones.
Por lo tanto, sea prudente: anote exactamente el paso a paso de su presentación, incluido el tiempo asignado para cada momento, ya sea la exposición en sí o la apertura de preguntas. Y, por supuesto, no extrapolar el tiempo disponible.
3 – SER RELEVANTE
Digas lo que digas, hazlo lo suficientemente relevante para atraer a la gente a escucharte. El consejo principal aquí es desde el ángulo de enfoque: enfócate en aquel en el que ofreces un beneficio o una solución a las personas y la empresa.
La forma más práctica de hacerlo es utilizando ejemplos e imágenes que hagan referencia a las rutinas actuales y cómo podrían transformarse en base a lo que estás proponiendo. Compara el ahora con el más tarde.
4 – PALABRAS Y GRÁFICOS
A menos que su presentación sea esencialmente técnica, exige exposición de cifras, números, textos y gráficos, ahorre a las personas tanta información visual, además de hablar todo el tiempo.
Peor aún es leer todo todo el tiempo. Esto seguramente contribuirá a la siesta y la falta de atención de todos en cuestión de minutos. Por lo tanto, prefiere hablar despacio e interactuar más con las personas.
5 – INTERACCIÓN
Reforzamos este punto. Suponga que está proponiendo un nuevo sistema o protocolo para su departamento. O una nueva metodología de ventas que interfiere directamente en el día a día de muchos compañeros de empresa.
Refuerce sus argumentos con las palabras de quienes se verán directamente afectados por el cambio, ya sea permitiendo intervenciones breves o videos cortos. Simplemente no se exceda para que la charla no se convierta en un programa de entrevistas.
6 – TREN FRENTE AL ESPEJO
Está bien, puede que te estés riendo, pero eso es exactamente lo que recomiendan los oradores públicos y los expertos en oratoria. Debes ser el primero en asistir a tu propia charla, ya sea frente a un espejo o una cámara.
Aprovecha este momento para programar el cumplimiento de tu guión y hacer las correcciones que consideres necesarias. Evita gesticular tanto y cuida que tu forma de hablar sea clara, objetiva y educada.
¿TE GUSTAN LOS CONSEJOS?
Bueno, esperamos que hayan contribuido a que puedas presentar tus ideas de manera adecuada y eficiente. No seas inseguro: apégate a tu horario al pie de la letra, entrega tu mensaje con voz firme y deja la impresión de que deberían haberlo escuchado antes. ¡Buena suerte!