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¿Cómo sé si soy pobre?

Escrito en junho 28, 2022 | Autor: Rodrigo Viudes
¿Cómo sé si soy pobre?

Forman una multitud repartida por todo el país. Una encuesta divulgada en marzo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) estimó que al menos 10,8 millones de argentinos se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

La situación empeoró el semestre pasado cuando, aún según la misma fuente, 45,8 millones de personas no disponían de U$ 1,90 al día -o $124,86 pesos argentinos, según la cotización de este martes (28)-.

La cantidad de dinero que llevas en el bolsillo no es, en sí misma, la única razón para decir si eres pobre o no. Hay otro aspecto de la pobreza que trasciende solo los asuntos financieros, sino que se refiere a lo que piensas.

¿No creen? Bueno, mira nuestro análisis a continuación y mira qué, de hecho, puede estar marcando la diferencia entre la vida que llevas hoy y la otra, tan anhelada, ¡que puede no ser en un futuro tan lejano!

1 – “ESTO ES LO MISMO…”

El primer factor puede estar relacionado con tus creencias sobre ti mismo. Si patrocina pensamientos como “eso es lo que somos” o “no hay manera de salir de esto”, la tasa de indiferencia hacia usted mismo es muy alta.

Quien piensa así parece verse obligado a aceptar sus propias miserias, a tiempo de no reaccionar en busca de una vida mejor, ya sea por sí mismo o por otras personas que tienen una relación de dependencia: padres, hijos, hermanos, etc.

Es decir, para dejar de ser pobre, además de todo el apoyo asistencial que es necesario en muchos casos, es necesario cambiar la mentalidad. Creer que vas a poder disfrutar de alguna riqueza es el primer paso para salir de la pobreza.

2 – “OH, LO DUDO…”

Otra frase común a quienes se resignan a su propia realidad, sea la que sea, incluida la de quienes, por criterios económicos, están entre los pobres. La persona no confía en sus propias posibilidades.

Ahí es cuando no encuentras todo tipo de excusas para no hacer lo que puedas en beneficio del desarrollo de tu propia realidad. ¡A menudo, una persona cree tanto en lo que dice en contra de sí mismo que termina creyéndolo!

Ante la duda, presta atención a las personas que, a pesar de tener necesidades especiales -motoras, auditivas o incluso visuales- no dejan de construir su propia historia profesional y superan sus propias limitaciones para llegar a ella. Son afortunados a la vista.

3 – NEGATIVOS

La persona puede incluso mostrar algún interés por su propio cambio de vida, pero sólo tiene que abrir la boca para tropezarse con su propia lengua. En cuanto comienza a imaginar una posibilidad, destila todo su pesimismo.

¿Conoces a esa persona que se empeña en señalar solo lo que va a salir mal? ¿El que parece tener el placer de dar las peores noticias en una reunión de negocios? ¿Que pasas más tiempo cotilleando que ocupándote de tus propios asuntos?

Porque estos comportamientos son propios de los pobres de vista. Personas que contagian a los demás con su pesimismo y les impiden ver que, a pesar de los percances, existirá la posibilidad de éxito.

4 – PROCRASTINACIÓN

¿Eres del tipo que siempre encuentra la manera de posponer los compromisos que podrían resolverse ahora? Ojo con esto: puede convertirse en un hábito nocivo, capaz de erosionar cualquier tipo de plan de futuro.

Entre tantas, la que muchos aspiran: tener éxito tanto personal como profesionalmente. En ambos casos, dominar la propia agenda diaria es lo mínimo para relacionarse con todo.

Así que lo que sea que puedas hacer ahora, hazlo. La vida es muy dinámica e impredecible y requiere que te mantengas al día con tus propias demandas. Porque la mayor riqueza no es cuánto sumas, sino cuánto ahorras. Y el tiempo, ya sabes, no tiene vuelta atrás, no tiene precio.