¿Cómo sobrevivir a la precariedad del trabajo?
Al menos 578.000 personas trabajan diariamente en empleos precarios, entre casi un millón quinientos mil asalariados y autónomos que viven en el corazón de la capital de la República Argentina. Todos sin Seguridad Social.
Esta triste realidad se refleja en un informe elaborado por la Oficina de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, según el cual la informalidad representa el 28,7% de toda la mano de obra ofertada en la ciudad y sus alrededores.
También según la misma fuente, la mayor concentración de trabajadores en trabajos malos e informales son los jóvenes entre 19 y 29 años, de los cuales el 49,9% no cuenta con cobertura de derechos laborales.
Puede empeorar: al menos el 4% de esta gran masa trabajadora ni siquiera recibe su salario a tiempo. Si te cuentas entre estos sobrevivientes, revisa en este texto qué hacer para aspirar a por lo menos algo mejor lo antes posible.
1 – SEPARAR UNA COSA DE LA OTRA
Si tu trabajo o trabajo informal es lo que tienes para hoy para tener algo de presupuesto económico para el mes -o, quién sabe, incluso menos que eso- trata de mantenerlo al menos hasta que encuentres algo mejor.
Llega a tiempo, trabaja a tiempo y, si tienes que atender al público, hazlo de buena gana porque el cliente acudirá a ti más preocupado por el servicio o producto que ofreces que por saber cómo le va el día. Así es.
Al final de la jornada laboral, evita traer problemas a casa desde allí. Esfuérzate por separar tu trabajo de tu vida personal. Permítase descansar y retomar su rutina al día siguiente, por el bien de su salud mental (y el consiguiente gasto de psiquiatras).
2 – PROFESIONALIZA TU MIGRACIÓN
Si hoy no aprecias tu trabajo, no te quedan muchas alternativas más que encontrar algún motivo que aún te motive a seguir en él (el económico que ya tienes), renunciar o cambiar paulatinamente a otro.
Le sugerimos encarecidamente que, salvo en situaciones de fuerza mayor (agresiones de todo tipo, despidos por justa causa, etc.), prefiera esta última opción, a saber: prepararse para cubrir otra vacante, quizás formalizada.
Para ello, define muy bien lo que pretendes hacer y utiliza el tiempo libre que tienes para estudiar y capacitarte. De nada sirve aceptar hacer todo. Especialízate en alguna actividad o función para que el propio mercado te perciba.
3 – ELIGE DONDE QUIERES TRABAJAR
Aún desde la perspectiva de la importancia de enfocarse en la búsqueda de nuevas y mejores oportunidades laborales, ten presente no solo lo que quieres hacer, sino también dónde quieres estar para poner en práctica lo aprendido.
Para algunos, esto puede parecer una tontería. Algunos podrían argumentar que es mejor estar empleado que estar obsesionado con una oportunidad de trabajo supuestamente improbable por diferentes razones.
Quien se da el favor de definir un nuevo camino profesional para la vida –y, en consecuencia, mejores ingresos para sustentar a su familia– logra transitar todo el proceso con más resiliencia y altivez hasta alcanzar su meta.
4 – TALLER ALTERNATIVO
Como usted está en movimiento en busca de una nueva calidad de vida en el trabajo (y el salario también), pueden surgir otras oportunidades de trabajo, aunque sea temporal.
En determinados casos, si es posible o hay interés, migrar a estas vacantes a tiempo para que sigas preparándote para tu nueva actividad, función, profesión o, por qué no, la iniciativa de abrir tu propio negocio.
Ten siempre presente el ajuste necesario en tu presupuesto para que puedas darte la libertad de luchar por el bienestar de tu familia. Peor que la precariedad del trabajo es la de la vida. Nadie merece el recurso de una existencia en bancarrota.