¿Cómo superar el miedo al fracaso?
La persona percibe una oportunidad de negocio, añade una idea que parece tener todo por salir adelante, comienza a organizar su nuevo emprendimiento y, cuando menos lo espera, lo interrumpe todo.
Las razones son las más variadas. Algunas, incluso justificables como la falta de un adecuado plan de negocio o la necesidad de una mayor inmersión en el segmento en el que se pretenden proponer nuevas soluciones.
Pero hay otro que tiende a superar a todos los demás, para abortar proyectos e impedir que este año se haga realidad ese ansiado sueño de emprender: el miedo a emprender y fracasar.
Esto es lo que discutiremos en este texto. A continuación te proponemos algunas iniciativas preventivas para que no te golpee este ataque paralizante que tiene sus propios motivos, pero también una solución.
1 – ¡NO ERES (SOLO) TÚ!
El reflejo inmediato de quienes ya se plantean desistir antes de emprender un nuevo proyecto es el exagerado enfoque en sí mismos como si fueran la persona más incompetente del mundo. Peor aún cuando se cumple la predicción.
Es entonces cuando la persona se queda sin fundamento ante tan agresiva decepción. Y luego, descarga todo tipo de críticas sobre sí mismo como si fuera la única persona que pasó por esa dolorosa pero real situación.
Pues bien. Ante este escenario, es importante que seas consciente de algunas variables que, en mayor o menor medida, están directamente ligadas a que ese negocio no haya prosperado contigo:
- Eres responsable, sí, del mal resultado, pero este no debe ser el único foco de tu reflexión
- Al igual que usted, otros empresarios pasaron por la misma situación porque tenían actitudes similares a las suyas
- Es decir: reevalúa todos tus procesos internos y factores externos, reevalúa cada paso y circunstancia y decide empezar de nuevo o cambiar
A pesar de todos los aspectos emocionales relacionados con esta situación, el emprendedor necesita hacer un esfuerzo para analizar racionalmente su situación. Eso es lo que te hará comprender mejor tu situación real y te hará más resistente a futuros percances.
2 – ANÁLISIS INTROSPECTIVO
Tan importante como analizar las actitudes, es importante enfocarse en otra fuente probable del problema: su cabeza. Sí, dependiendo de cómo interpretes el mundo y la vida, los resultados pueden ser diferentes.
Por ejemplo: ¿cómo está tu autoestima? Resiste dificultades o ya estaba bajo antes de emprender. Su respuesta puede estar relacionada con cuestiones personales no resueltas que aún hoy influyen en su vida, tales como:
- Perfeccionismo impuesto por un proceso educativo rígido, poco afecto por aprender por error, pero comprometido con calificaciones y honores
- Traumas traídos desde la infancia que dan lugar a sentimientos de completa inseguridad ante la imprevisibilidad del futuro
Estas y muchas otras experiencias negativas necesitan ser abordadas y resueltas con el apoyo de profesionales como terapeutas, psicólogos y psiquiatras y otros con reconocidas habilidades para cuidar tu salud mental.
3 – MENOS ES MÁS
Deseando tanto que el nuevo negocio tenga éxito, el empresario más ansioso aplica prácticamente todos sus ahorros y hasta un poco más y, cuando se frustra, se encuentra sin compañía, sin dinero y sin paz.
Por lo tanto, la pauta más común de los especialistas en emprendimiento es que los emprendedores primero validen la idea antes de emplear todos los recursos previstos en su planificación.
En la práctica, esto significa entregar la mejor solución posible a su consumidor final con el mínimo recurso necesario. Invierta más ya que su producto o servicio exige una mayor producción debido a la demanda de los clientes.
Por lo tanto, muchas empresas comienzan en la parte trasera de un garaje o en una habitación pequeña, literalmente, y solo más tarde se transfieren a una dirección comercial. Un paso de cada vez. ¡Aquí está el consejo!