¿Cómo tener la independencia financiera soñada?

Y el jueves fue feriado al otro lado de la frontera de las Cataratas de Puerto Iguazú. El día conmemora el 201 aniversario de la independencia de Brasil, celebrado con desfiles cívico-militares por todo el país verde y amarillo.
Y, para aquellos brasileños que lograron ahorrar algo de dinero extra, una gran oportunidad de disfrutar de los cuatro días consecutivos de descanso hasta el domingo en la playa, con dinero para samba, barbacoa y cerveza.
Al fin y al cabo, ¿a quién no le gustaría tener las facturas al día y, más aún, la ansiada independencia financiera de la que tanto se habla y escribe (incluso aquí, en UDS Finanzas)?
Si este también es su sueño de consumo (es decir, hacerse rico, o incluso más, ¿por qué no?), consulte a continuación cuatro consejos que pueden marcar la diferencia entre sus expectativas y la futura y próspera realidad que vendrá.
- APRENDE A GANAR DINERO
Como hemos dicho varias veces por aquí, existen varias formas de hacerse rico sin mucho esfuerzo. Simplemente gana la lotería, recibe una herencia y, por supuesto, nace con una cuchara de oro. ¿Qué pasa con eso? Sospeche. Puede que no sea legal.
Además, es a la antigua usanza: trabajar. Y no sólo gastar energía física y mental en los días laborales, sino dedicarte a aprender a ganar, conservar e incluso multiplicar el dinero que llega a tus manos.
Es decir: dedícate con diligencia a conocer todo lo que se refiere a educación financiera. Libros, cursos, audios, textos (¡incluido el nuestro!). Todo es válido. Es incluso mejor pagar por el exceso de conocimiento que patrocinar la ignorancia mediante el despilfarro.
- TENER OBJETIVOS CLAROS
Te levantas muy temprano, te das una ducha fría (a menos que te guste), te apresuras para llegar al trabajo, aguantas a un jefe y a un cliente molestos, te enfrentas nuevamente al tráfico para llegar a casa y tu equipo todavía tiene el lujo de perder ante el rival.
En medio de todo esto está tu rutina predestinada de recibir tu salario e intentar conservarlo hasta fin de mes. Y luego, una y otra vez, como si la vida fuera una sucesión de rutinas, en un paso alucinatorio por la existencia.
Para cambiar este destino abocado a la quiebra, es necesario definir objetivos muy claros a alcanzar, de modo que no esté sujeto a excusas para no alcanzarlos. Haz esto y aunque no te hagas rico, lograrás propósitos para tu vida.
- PLANEAMIENTO FINANCIERO
Ni siquiera puedes plantearte hacerte rico algún día si ni siquiera puedes hacerte cargo del dinero que recibes hoy por todo el esfuerzo diario que haces (o no todo). Controlar tu presupuesto personal es lo mínimo.
Porque tampoco tiene sentido tener un buen trabajo o una empresa cuyo negocio tenga éxito si no cuidas tu dinero tanto como tu propio criterio. Así como se va el dinero, se va y ni siquiera lo ves.
En otras palabras: ten todas tus ganancias y gastos en la punta de tu lápiz. Ya sea tuyo, de tu negocio o de tu familia, sin mezclar uno con otro. Sólo quien sabe lo que tiene no pierde lo que no tiene. Piense en eso.
- INVERSIONES
Nos educan desde pequeños para ganar dinero y gastarlo a nuestro gusto a partir de los anuncios que aparecen frente a nosotros, ya sea en los escaparates de las tiendas físicas o en los anuncios que insisten en aparecer en nuestras redes sociales.
Todavía son pocas las personas que buscan distanciarse de este comportamiento consumista y dedicarse a conocer más sobre inversiones que permitan aumentar los ingresos y el patrimonio personal y empresarial.
Por lo tanto, en lugar de simplemente pensar en comprar ese producto de la mejor marca (que es tu derecho), considera aprender más sobre productos de inversión financiera que te permitirán, finalmente, hacerte rico algún día. Se inteligente.