¿Cómo tomarse un año sabático?

Después de trabajar tanto y, quién sabe, ahorrar algo de dinero, te planteaste la posibilidad de tomarte un respiro para poder aprovechar al menos una parte de tus ahorros para, como dicen, ‘disfrutar de la vida’.
Bueno, está en su derecho de haber visto el esfuerzo que ha hecho para llegar hasta aquí. En otra situación, quizás este año sabático podría venir bien para un período de estudio, transición profesional o exilio en un templo.
La pregunta es: ¿cómo prepararse adecuadamente para atravesar este período sin experimentar dificultades financieras y atento a lo que vendrá después? De eso vamos a hablar en este texto. ¡Tómese el tiempo para leer!
EMPEZAR
Por obvio que sea, siempre será importante enfatizar este primer paso para aquellos que quieren estar ‘apagados’ por un tiempo. Principalmente por la necesidad de tener suficientes recursos para que puedas darte el lujo de hacerlo.
Por lo tanto, define el tiempo que estarás en este año sabático y aparta un dinero equivalente al promedio mensual de lo que recibes hoy, más uno o dos tercios del total para cualquier imprevisto que pueda ocurrir.
Esta provisión económica ve incrementado su nivel de responsabilidad cuando existen otras personas que dependen directamente de sus recursos –cónyuge, hijos, padres, etc. Así que sé prudente.
PRINCIPIO MEDIO Y FIN
Ya que solo tomarás un descanso de lo que haces, con posibilidad de retomar la rutina en un rato, establece qué hacer en cada etapa y cuándo, con perspectivas de inicio, medio y final.
Supongamos que tomaste tus vacaciones y negociaste un período más largo de ausencia laboral, con o sin goce de sueldo, para dedicarte a esa especialización que tanto necesitabas para mejorar tu actividad profesional.
Programa tiempo para todo: el eventual desplazamiento y definición de alojamiento, la formación en sí y, al final, la fecha de reingreso a tu trabajo o, quién sabe, hasta en otro que decidiera contratarte. No confíes solo en la suerte.
INVERSIONES
Aquí hay dos posibilidades de inversión muy claras. El primero es el tiempo. Después de todo, no es de esperar que alguien se escape de la rutina y no pueda disfrutar de momentos fuera del horario laboral.
Así que si tienes que pasar un tiempo fuera, que sea de calidad, ya sea para una formación, un retiro espiritual, un viaje internacional. Incluso para no hacer nada, tienes que ser creativo. Ocúpate de algo agradable.
La otra inversión posible es en efectivo. Sí, aquellos que dejan la escena por un tiempo pueden prepararse financieramente mejor si ya pueden disfrutar de los ingresos de las inversiones realizadas en el mercado financiero, por ejemplo.
ECONOMÍA
Es importante reforzar este punto: quienes se están preparando económicamente para un tiempo ‘sabático’ suelen hacer un esfuerzo por ahorrar todo el dinero necesario. La diferencia aquí para el eventual nuevo hábito está en el propósito.
Es decir, aunque no se te pase por la cabeza parar en ningún momento, sólo por estar supuestamente ocioso, centra tus esfuerzos al menos en terminar el mes con más dinero en el bolsillo que el anterior.
Quién sabe, de tomarte tan en serio esta sugerencia, no ahorrarás al final del año el dinero suficiente para finalmente tomarte ese tiempo que estabas esperando o necesitabas para salir a caminar, ya sea solo, en familia o con amigos.
ENTONCES, ¿DISFRUTASTE ESTE TIEMPO DE LECTURA?
¡Espero que si! Después de todo, nuestras sugerencias se destacaron en informar y provocar un poco de reflexión para que usted también pueda aplicarlas y disfrutar de una mejor calidad de vida. Recuerda siempre: el tiempo no se detiene.
Por eso mismo, considera cualquiera de estos momentos permitiéndote conocer tantas otras experiencias que disfrutas y que has ignorado por tanto tiempo. Vivir trabajando tan duro es diferente de trabajar para vivir bien. Piense en eso.