Compras en las afueras vs compras en hipermercados
Que los precios varían según donde lo compres, todo el mundo lo sabe. El mismo producto o servicio cuesta más o menos según te muevas por la ciudad, desde las zonas más ricas a las más pobres.
Esa diferencia regionalizada de precios es muy evidente, por ejemplo, cada vez que sales de casa a comprar algo al colmado cercano, de tu barrio, y lo comparas con el valor del supermercado del centro.
Porque ese ha sido el gran dilema de millones de argentinos que viven en la periferia de las grandes ciudades y se ven afectados a diario por esta geografía del consumo que intriga cualquier intento de economía presupuestaria.
Si esta es tu realidad, no dejes de consultar nuestro análisis y, al final, nuestros consejos para que tu dinero rinda lo máximo posible, preferiblemente hasta finales de este mes que, por cierto, apenas comienza.
Y EL SALARIO, COMO VA?
La principal referencia de consumo en cualquier análisis económico, la relación entre la canasta básica y el salario mínimo (de cuyo sustento dependen cientos de miles de familias) es también aquí nuestro punto de partida.
Si bien se reajustó el primer día a $84.512 pesos, el salario mínimo por sí solo aún no alcanza para cubrir las necesidades de una familia de cuatro (dos adultos y dos menores) durante un mes.
¿Y cuáles serían esas necesidades? Ahora, todos los alimentos comunes a la mesa de los argentinos, entre los que deben estar granos, frutas, verduras, jugos, leche, aceite, sal, vinagre, entre otros, además de artículos de higiene personal.
Aún falta incluir en esta cuenta las diferentes fuentes proteicas, como los huevos y los distintos tipos de carne (res, pollo, cerdo, pescado, entre otros), que no siempre están al alcance de los consumidores.
SUBURBIO X HIPERMERCADO
Que lo digan los consumidores que necesitan hacer sus compras, ya sean compras diarias, o incluso compras semanales, quincenales y mensuales en los mercados de barrio, ya sea por conveniencia o por falta de tiempo o de transporte.
La variación de muchos precios en comparación con los supermercados e hipermercados de las grandes cadenas alcanza más del 40%, o más, dependiendo de lo que se quiera llevar a casa del estante.
Entre las principales razones se encuentran la no inclusión de los mercados menores en el acuerdo nacional que sustenta los valores que ofrece el Programa de Precios Justos y la consecuente sustitución inflacionaria continua.
Por cierto, la diferencia en el número de tiendas adheridas al programa con las del barrio justifica la dificultad de controlar los precios en el país: mientras las primeras llegan a las 2.500, las demás superan las 200.000.
¿ESO ES LO QUE HAGO?
La pregunta anterior podría incluso ser: ¿qué he hecho ya? Ciertamente, dadas las circunstancias económicas en las que vives, ya se deben haber adoptado diferentes estrategias. Entre muchos, estos:
- Mayores ingresos, ya sea a través de trabajo extra o un nuevo trabajo
- Estricto control de costes
- Control de lista de compras del supermercado
- Control de uso de tarjetas de crédito (importante destacar este ítem)
- Renuncia de gastos con productos y servicios superfluos
- Establecimiento de metas financieras
- Centrarse en el consumo de alimentos saludables que previenen enfermedades y ayudan con los gastos de salud futuros
- Inversión, aunque sea en pequeña cantidad, inicialmente, en el mercado financiero
- Preferencias por compras en efectivo
- Preferencia a compras promocionales
- Reutilización de elementos reciclables
- Renegociación de deuda
¿Y ENTONCES QUÉ HAS ESTADO HACIENDO?
Agregue a la lista anterior qué más ha dispuesto para que su dinero sobreviva un poco más. ¡Y, por supuesto, comparte esta reflexión con tus familiares y amigos para que su presupuesto también se vea favorecido!