Crédito personal: ¡Cuidado con él!
Al necesitar gastar tanto y ganar poco, sucedió que, a la mitad, terminaste con un saldo negativo mayor al que puedes soportar en tu presupuesto mensual. En otras palabras, se dio cuenta de que estaba endeudado.
La situación es más común de lo que piensas. El país en sí es nuestro mayor ejemplo. Corre el grave riesgo de incumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Imagine el futuro reflejo de esto en los impuestos.
Mientras la situación no empeore (lo que, sinceramente, esperamos que no suceda; la realidad nos basta), hay mucha gente que recurre a los préstamos financieros para cubrir un hueco aquí, otro allá.
Pedir dinero prestado no es un problema en sí mismo. La cuestión es contratar este tipo de servicios sin estar pendiente de detalles que, de no subsanarse, podrían dejarte aún más endeudado de lo que ya estás. Echa un vistazo a algunos a continuación:
- OFERTA DEMASIADO GENEROSA
Suponga que necesita $700.000 pesos argentinos para resolver sus problemas. Un gasto inesperado aquí, dinero extra para cubrir la factura de la tarjeta de crédito. Paga el gasto.
Pero aquí llega la entidad financiera y te pone a tu disposición un millón de pesos argentinos. ¿Para qué eso? Para inducirte a tomar más, obviamente. Este tipo de estrategia apuesta por la ambición del cliente.
Excepto tú, claro, que tienes bastante sentido común y solo recurres al préstamo para remediar exactamente esa cantidad que necesitas. Ni un céntimo menos, pero tampoco un céntimo más de los intereses que tendrás que pagar.
- PROMOCIÓN DE CRÉDITO
Paseando por las páginas de internet, o por alguna red social, te encuentras con una campaña de crédito que parece ser bastante ventajosa. La empresa es conocida en el mercado y, por lo tanto, confiable en su evaluación.
Pero, hay un detalle en la propuesta: las condiciones expuestas son válidas únicamente durante las próximas 48 horas (a pesar del tiempo que ya esté expuesto el anuncio). En otras palabras: la conocida ‘estrategia’ del marketing de la escasez.
Ninguna empresa está dispuesta a ofrecer dinero rápido sin cobrar por ello. Porque es precisamente por tu prisa por lo que más crecen los tipos de interés. La publicidad simplemente te engaña para que lo hagas. No caigas en este canto.
- CONTRATACIÓN A TRAVÉS DE CAJEROS
Necesita dinero extra en el último minuto para concertar una cita y se encuentra en problemas. Al examinar su solicitud bancaria, se da cuenta de que existe una opción para un préstamo con retiro de efectivo en un cajero automático.
En ese momento piensas: ¡Porque eso es exactamente lo que necesitaba! Entrégate a la comodidad, haz clic y solicita el dinero. La pregunta es: ¿de casualidad intentaste averiguar antes cuáles eran las condiciones para este tipo de préstamo?
Cuando te das cuenta de lo que has hecho, descubres cuánto interés tendrás que devolver a la entidad financiera y sientes ese arrepentimiento en el pecho. Así que no creas en el dinero fácil. Lee el contrato.
- DEPÓSITO ANTICIPADO
Al solicitar tu préstamo, la supuesta entidad financiera exige que ya anticipes parte de la cantidad que quieres tener como forma de ‘amortizar los intereses futuros’ (este es un argumento muy conocido).
Ante la necesidad y, sobre todo, la ingenuidad, la ignorancia o la pura negligencia, el cliente aporta la fianza. Tómelo de donde ya no lo tenga para cumplir con el ‘requisito contractual’. Precaución: alerta máxima de estafa.
De lo contrario, piénselo: ¿qué sentido tiene que una empresa pida un anticipo a quienes buscan ser contratados precisamente porque no tienen dinero? Sería como preguntarle a alguien que tiene sed de agua. Evita este tipo de ‘negocios’.
IMPORTANTE: En cuanto al último caso relatado anteriormente, además de rechazar este tipo de ofrecimientos indecentes, ayuda a otras personas menos ilustradas a no ser engañadas. Reportalo. Pide prestada tu ciudadanía.