El cada vez más caro túnel de la luz en Argentina
Ante una situación difícil, tendemos a buscar una solución para resolverla. A veces solo hay uno. Es lo que a menudo se dice que es una ‘luz al final del túnel’, como si pudiéramos esperar a que amanezca más adelante.
Pero créanme, hay algunos túneles que no parecen terminar. Las salidas propuestas no son más que lámparas alimentadas con queroseno, de esas cuyos rayos de luz pronto se apagarán dejando oscuridad.
Por el camino que va la economía argentina -más hacia atrás que hacia adelante, considerando que parece que no vemos un pie, pues todavía estamos dentro del túnel-, ya se nos exige hasta la luz de la esperanza.
Si no, basta con revisar las últimas noticias de la Secretaría de Energía del Ministerio de Economía del gobierno de Argentina: la tarifa eléctrica, que ya fue reajustada, volverá a encarecerse.
¿COMO ASI?
El argumento es que la devaluación impuesta al peso argentino habría afectado el costo de generación de energía eléctrica que, a su vez, tiene sus contratos de producción vinculados al dólar emitido por los Estados Unidos de América.
Hasta que sea subsidiado por un estudio del impacto real de la apreciación de esta moneda extranjera en el sistema eléctrico del país, el gobierno calculará la diferencia que se sumará a la factura de la luz.
Cabe recordar que el último reajuste autorizado, en julio, ya afectó la cuenta del mes de agosto y volverá a ocurrir en septiembre y octubre –¿en promedio general, 17% para un rango de la población argentina?
¿QUIÉN PAGARÁ MÁS?
En el último reajuste quedaron fuera los consumidores de ingresos medios y bajos. Hasta que el gobierno cambie de opinión (lo que, dadas las circunstancias electorales, es más que improbable), se seguirán manteniendo los subsidios para los más pobres.
En tanto, los más ricos y los que ignoraron u olvidaron solicitar el descuento, aún en 2022, deberán pagar el nuevo reajuste que se cobrará a partir de septiembre. Es decir, en la siguiente cuenta.
Estos, por cierto, representan el 33% de los hogares del país, según datos oficiales. En Buenos Aires, por ejemplo, afecta prácticamente a la mitad de los inmuebles residenciales. El reajuste acumulado en un año supera el 450%.
ESPERANZA APAGADO
Si tan solo la factura de la luz se encareciera tanto en tan poco tiempo, sería motivo suficiente para preocuparse por el presupuesto mensual, incluida la adopción de medidas más austeras en el uso de la electricidad en el hogar y en el trabajo.
Pero, como sabemos, el presupuesto mensual se encuentra cada vez más en la oscuridad de la imprevisibilidad por aumentos recurrentes en productos y servicios, como los ocurridos el pasado martes, cuando se apagaron las luces de las elecciones primarias.
Todo ello ensombrece la esperanza de los consumidores que, ante la falta de una política económica más clara, suelen esconderse en la oscuridad de la desconfianza y de todo tipo de soluciones ilegales para evitar el riesgo de que les corten la luz en casa.
¿EL ÚLTIMO APAGA LA LUZ?
De ahí la necesidad de buscar conocer con el mayor detalle posible cuáles son las propuestas de los candidatos a la Presidencia de Argentina en materia de política energética. Sigue las noticias, pregunta a partidos y candidatos.
Ahora es el momento de conocer, definir y, en unos meses, votar la propuesta que demuestre ser la solución más viable a los temas energéticos, con la responsabilidad de no dejar a oscuras a la Argentina.
Sobre todo porque, considerando sólo las últimas tres décadas, ya hemos sufrido varias experiencias económicas pésimas. Necesitamos alternativas que permitan al país encaminarse hacia la luz al final del túnel.