¿Fui un buen gerente en 2022?
El fin de año es un momento oportuno para la reflexión. Al fin y al cabo, un ciclo se cierra y otro se abre, al menos el determinado por el calendario gregoriano. Mientras tanto, reevaluamos y planificamos.
Al menos, para quienes se preocupan por analizar su propia vida, incluidas las financieras, para lo cual tienen la tarea de gestionar ahorros personales, familiares, profesionales y, según su caso, empresariales.
A estas alturas del 2022, lo que se espera de todo aquel que se centre en sí mismo es un análisis sincero y honesto, para así ofrecerse una visión genuina de lo que es y hace, con el propósito de evolucionar.
Para ello, te proponemos algunas variables que te ayuden a analizar si, de hecho, puedes considerarte un “buen gestor”, lo que para ti signifique entre “muy bueno” y “malo”. Consulta con nosotros.
1 – FAMILIA
Empecemos tu análisis de gestión donde están tus valores más caros y valiosos: la familia. Y eso no importa si eres padre o madre, hijo o hija, padrastro o madrastra, hijastro o hijastra, de un hogar tradicional o no.
Aquí entendemos por familia a las personas, consanguíneas o no, que viven bajo el mismo techo, o además de él, especialmente en el caso de padres e hijos, dependan o no de sus ingresos.
¿Cuál es el valor de su relación con cada uno de los miembros de su familia? ¿Cuánto tiempo de calidad has invertido en cada uno de ellos? ¿Tu afecto es un fondo perdido o un retorno futuro? ¿Soy, de hecho, un buen administrador de aquellos a quienes digo que amo?
2 – PRESUPUESTO
Su calidad como administrador familiar depende de cómo maneje las finanzas que proveen para todos. Es cuando el discurso se materializa a través de la administración eficiente del propio presupuesto.
De ahí la necesidad de que sus decisiones estén alineadas con las diferentes demandas que pueden ocurrir en una familia, satisfaciendo los deseos dentro de lo posible para el bien de la comunidad sin comprometer los recursos.
Un buen administrador familiar se caracteriza por su responsabilidad en el cumplimiento de la planificación presupuestaria, la transparencia y la inclusión de todos en la participación en las decisiones sobre los gastos del hogar.
3 – EQUIDAD
Además de gestionar personas (salvo en el caso de vivir solo, obviamente), es fundamental saber gestionar y mantener los bienes propios, sean los que sean, desde la ropa que lleva puesta hasta los bienes muebles e inmuebles.
Con respecto a la recaudación de impuestos, por ejemplo, es importante no vacilar. ¿De qué sirve gastar tanto dinero en remodelaciones (casa) y adquisición de accesorios (automóvil) si hay impuestos pendientes?
Es necesaria una adecuada gestión patrimonial para conservar el bien para su posible negociación, para su uso en sí mismo y, en última instancia, para que pueda ser liquidado al cumplimiento de su testamento. Pon las cosas en orden.
4 – INVERSIONES
Un buen gerente no solo enfoca su celo en los bienes y valores a los que puede acceder ahora, sino también más adelante a través de inversiones que le permitan un nuevo ingreso en el futuro, ya sea para sí mismo o para la familia.
Por eso, no basta con conformarse solo con lo que gana ahora, sino buscar alternativas en el mercado financiero para que “el dinero mismo trabaje para usted”, como se suele decir, sobre todo a través del interés compuesto.
En otras palabras, en este día en que tanto espera del futuro, representado por el año 2023 que está por llegar, es con la mirada más allá del horizonte que apunta un gestor prudente, prevenido como está en la búsqueda de su propias riquezas.
Sea la mejor versión de usted en la gestión de todos y todo lo que tiene valor en su vida. ¡Feliz 2023!