Lo que debes saber al comprar pollo

Y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria (Senasa) sigue su saga por todo el país en busca de focos de contaminación de aves por gripe aviar. El trabajo, estima la agencia gubernamental, debería tomar algunas semanas más.
De las muestras tomadas hasta el momento, solo una da positivo a la enfermedad, frente a los seis casos detectados en los últimos meses. La estimación del Senasa es que no se deben confirmar nuevos casos luego de la cobertura de la acción en el 91% del territorio nacional.
Ante la noticia de la gripe aviar en los últimos días, es posible que muchas personas se hayan preocupado por la compra y consumo de carne de pollo. ¿Cómo puede afectar esta enfermedad al consumidor ya su alimentación?
De esto trataremos en este texto para, sobre todo, dejarte claro para que puedas consumir carne de pollo sin problemas para tu bolsillo y, sobre todo, para tu salud y la de tu familia.
¿QUÉ ES LA GRIPE AVIAR?
Como su nombre lo indica, es una enfermedad que afecta principalmente a las aves, aunque recientemente ha habido reportes de muertes de mamíferos, como 9.000 marineros que fallecieron este año en playas chilenas.
La enfermedad fue descubierta en 1878 en Italia, pero el virus, H5N1, solo fue identificado por Science en 1996 en un brote que involucró a gansos en una provincia china. El primer registro en humanos se produjo en 1997, también en China.
Al menos 458 personas han muerto entre 874 infecciones confirmadas en personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En las Américas hubo un solo caso en Estados Unidos, uno en Ecuador y otro en Chile.
¿ME CONTAMINO COMIENDO POLLO?
Se sabe que la contaminación del virus ocurre a través del contacto directo con las secreciones y fluidos de los animales infectados, estén vivos o muertos, o incluso a través de líquidos y diversos objetos que han estado en contacto.
Obviamente, estos animales son absolutamente inadecuados para el consumo humano. En cuanto a los demás, incluidos los huevos, mientras estén sanos, no suponen ningún riesgo. Tampoco hay registro de infección de persona a persona.
Las personas infectadas suelen tener síntomas como fiebre alta, tos, dolor de garganta y dolor muscular, que progresan rápidamente a complicaciones respiratorias y neurológicas, que pueden conducir a la muerte.
QUÉ SABER AL COMPRAR POLLO
En primer lugar, elija cuidadosamente el lugar donde comprará no solo el pollo, sino cualquier otro alimento en su hogar. En este caso, en particular, tenga cuidado al recoger su almuerzo en un lugar o finca sin inspección sanitaria.
Ya sea en la carnicería o en el supermercado, ten en cuenta los siguientes detalles antes de comprar cualquier pollo, ya sea entero o en partes:
- El color de la piel debe ser uniforme
- La pieza debe ser de consistencia firme
- La superficie de la carne debe estar brillante, rosada y húmeda.
Evita comprar si notas:
- Apariencia flácida
- Coloración más oscura de lo normal, con un tinte verdoso
- Desprendimiento de la piel en relación con los músculos
- Mal olor
- Una superficie seca y pegajosa
¿QUÉ CUIDADOS ANTES DE CONSUMIR?
Además de comprar pollo, prestando atención a los detalles mencionados anteriormente, es importante tomar algunas precauciones básicas en cuanto a la preparación y el consumo. Vea:
- No lavar: el agua es la piscina soñada para la proliferación de bacterias. Deja que las altas temperaturas se encarguen de eliminarlos
- Refrigeración: aunque no tengas un congelador como el del supermercado, mantén el pollo comprado en tu refrigerador, nunca afuera.
- Congelación simple: después de la primera, no devolver el pollo a un nuevo enfriamiento. Y no descongelar en el microondas.
- Preparación exclusiva: no utilices la misma tabla de cortar en la que cortas el pollo para picar las verduras. Previamente, lave la tabla de cortar y los cubiertos.
- Nunca crudo: Deseche el sushimi de pollo que pretendía comer. No comas ni siquiera poco hecho. Solo al vapor o al horno.