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¿Por qué mi liderazgo empresarial es un fracaso?

Actualizado junho 27, 2022 | Autor: Rodrigo Viudes
¿Por qué mi liderazgo empresarial es un fracaso?

Ahora pregúntale a cualquier emprendedor que tenga una soga al cuello en su negocio sobre las razones que lo llevaron a llegar a tal situación. Las respuestas son variadas, pero algunas se encuentran entre las más comunes.

“Es culpa del gobierno”, “Mi competencia es desleal”, “Estoy en el mercado equivocado”, etc. Con un poco de suerte, puedes escuchar confesiones como “mi producto o servicio es realmente malo, por eso no se vende”.

Rara vez, sin embargo, encontrará algún emprendedor que se señale a sí mismo como la razón principal de su propio fracaso. Inmediatamente felicítelo por su franqueza, porque es algo tan sorprendente de ver y escuchar.

Entonces comparte este post para que se reevalúe a sí mismo a partir de las probables causas de su fracaso y pueda, a la brevedad, mejorar alguna de ellas en casa. Os dejamos nuestra sugerencia en cada caso.

1 – GESTIÓN GENERALISTA

Los empresarios en general tienden a alardear sobre el ‘panorama general del mercado’, a tiempo para que sea nada más que obvio. El problema es que muchos ven su propio negocio de la misma manera y terminan por no delegar lo que no saben.

Por eso, presta atención a cada detalle del día a día de tu empresa: desde los procesos de producción hasta los comentarios de los clientes. Tienes que tener los ojos de un lince, ya sea tuyo o de aquellos en quienes delegas la autoridad.

2 – SERVICIO BAJO

A medida que una empresa crece, es normal que algunas funciones se deleguen a los empleados a medida que el propietario asciende. Tanto es así que en ocasiones se desconecta de la realidad de la rutina de la empresa.

El primer antídoto para esto es estar presente. Si no de forma presencial, sino de forma colaborativa, estando dispuesto a servir cuando se le solicite. Sobre todo a los que buscan soluciones. Ignorarlos es un síntoma grave de fracaso en el liderazgo y la gestión.

3 – APLICACIÓN DEL CONOCIMIENTO

¿Cuánto sabes sobre lo que haces? ¿Eres de los que invierte en cursos, conferencias y hasta cenas con el propósito de aprender algo más y visibilidad social y no te importa aplicar?

Un buen liderazgo implica la actitud de aprender, pero sobre todo, de enseñar y compartir. Esté dispuesto a valorar este aspecto también con su personal, para que todos crezcan juntos.

4 – MIEDO A LA COMPETENCIA

Independientemente del producto o servicio que ofrezca, rara vez no tiene que enfrentarse a la competencia. Incluso dentro de la propia empresa. Las disputas internas pueden incluso comprometer una empresa si no se controlan.

Por ello, implementar una cultura de crecimiento personal, con criterios medibles de progreso, para que todos tengan, dentro de sus respectivos perfiles profesionales, la búsqueda de mejores salarios.

5 – VISTA RESTRINGIDA

El crecimiento de una empresa está directamente ligado a la propia visión del propietario. Cuanta más capacidad tenga para diseñar diferentes escenarios, mayores serán sus posibilidades de éxito en su andar.

Por lo tanto, esté atento al mercado para brindarle a su negocio ideas que puedan ayudar a la empresa en situaciones de riesgo o para proyectos de mediano y largo plazo. Los líderes comprometidos con su propio éxito lo hacen.

6 – EGOÍSMO

Quizás este sea el error capital de todos los emprendedores enredados con el fracaso. ¿Conoces a esa persona que necesita estar reafirmando todo el tiempo que él es el que manda hasta el punto de humillar a sus empleados y, peor aún, a los propios clientes?

Quien actúa así no necesita ni preguntarse mucho porque su negocio “no sale adelante”. El problema es él mismo. Piénsalo: ¿qué hay para ti? Prácticamente nada. La única salida es cambiarte a ti mismo.

BUENO, AYUDADO?

Si es así, bien. Por supuesto, existen otras razones administrativas, fiscales, impositivas, etc. que pueden estar afectando su negocio. Aquí, sin embargo, nos centramos en usted. Ser un líder inspirador es el primer paso hacia el éxito. ¡Piense en eso!