¿Qué diferencia haría cambiar pesos por reales en Argentina?
Imagínate la escena: Diego Maradona recibe el balón en el centro del campo, regatea a uno, dos, tres ingleses y, en lugar de empujar el balón a la red, lo pasa al centro del área. El gol es Pelé que marca, para regocijo de argentinos y brasileños.
Historia loca, no. Empezando por la diferencia en la temporada de rendimiento de las dos grandes estrellas del fútbol mundial. El nuestro, entre 1976 y 2004 y el ‘Atleta del Siglo XX’, entre 1956 y 1977. Pelé se retiró cuando Diego inició su carrera.
Pero esta mesa imaginaria puede ocurrir en el campo financiero. Al menos eso es lo que piensa el actual Ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes. Defendió la idea en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
En la práctica, según su razonamiento, debería crearse una moneda común entre los dos países, el ‘Peso-Real’, con el fin de integrar a los dos países y, quién sabe, incluso a otros que quieran introducir esta nueva moneda.
LOS JUGADORES
El ministro brasileño ya ha estado en una mejor posición para respaldar este reflejo monetario multinacional suyo. Elevado a capitán al inicio del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, hoy es un jugador más en el campo.
El colega de Guedes aquí, Martín Guzmán, se ha visto incitado a sortear las sucesivas crisis, especialmente las que frenan la recuperación económica del país: inflación, pobreza, inflación… No le faltan opositores.
Al menos con el balón en los pies, literalmente, Guzmán se hizo conocido por los goles de la remontada del equipo del Departamento de Economía de la Universidad de Brown, en Estados Unidos. Doctorado en la materia, continúa con la misión de cambiar el juego de Argentina con respecto a su futuro.
EL JUEGO
La creación propuesta de ‘Peso-Real’, sin embargo, aún tomaría muchas temporadas, una década, al menos. Antes, los dos países tendrían que conciliar sus planes tácticos económicos para que la nueva moneda finalmente pudiera dar el pistoletazo de salida.
Esto incluiría esfuerzos comunes con tasas de crecimiento, estabilidad económica y generación de riqueza, por ejemplo, que, en el caso de Brasil y Argentina, sería un duelo difícil de ganar en estos días.
Empezando por las monedas: implementado en 1994, el Real es el plan que funcionó en Brasil. El peso argentino, por su parte, sufre una continua devaluación acentuada por la hiperinflación acumulada durante décadas.
El resultado es una diferencia típica entre una selección y un equipo de Segunda División. Al precio de este jueves 26 de mayo, cada real BRL equivalía a $24,74 pesos. Una brecha técnica monetaria difícilmente superable.
PELOTA RODANTE…
No es exactamente lo que sucede en el día a día del comercio en el país. Además de pesos y dólares, los reales son bienvenidos aquí. Después de todo, a pesar de no valer tanto como la moneda de los Estados Unidos, la moneda de Brasil tiene sus ventajas.
Las transacciones con la moneda de la tierra de Pelé son más comunes en las ciudades más cercanas a la frontera, donde las relaciones comerciales entre argentinos y brasileños son muy comunes en la adquisición de productos y servicios.
Al igual que el dólar, el Real también se negocia entre argentinos y brasileños al momento del pago. La jugada es de sobra conocida: regate seco en la cita oficial y pase libre al paralelo -o azul, como lo llamamos aquí-.
¿MARADONA O PELÉ?
Bueno, la respuesta que la mayoría de los argentinos ya tiene en la punta de la lengua. Al menos por ahora, sin embargo, en el campo de la economía es el ‘rey’ quien se mantiene firme y fuerte en el liderazgo monetario de América del Sur. Es Real dando a conocer su peso, incluso aquí.