¿Qué pasa si un familiar pide dinero prestado?
Aquel primo tuyo que vive en Córdoba, al que solo ves de vez en cuando en bodas, funerales o en su perfil de Facebook, reapareció en tu casa con una conversación sobre inversiones.
Entre una anécdota y un cumplido más a vuestra hospitalidad, os pide cierta cantidad de dinero, a modo de préstamo, para poder poner en práctica lo dicho, con la garantía de su palabra de que os la devolverá después.
A pesar de la distancia, el tema es muy querido para tu padre y no estás dispuesto a causar este malestar en la familia. Entonces, si fueras tú, ¿qué harías? ¿Qué pesaría en tu decisión?
El informe anterior es solo uno de muchos posibles que involucran a familiares que están dispuestos a pedirle ayuda financiera. Antes de tomar cualquier acción, le recomendamos que observe nuestros consejos a continuación.
1 – AFINIDAD
Es extraño que alguien aparezca de la nada, aunque sea un pariente lejano, para pedir dinero prestado, ¿no? El ejemplo indicado al comienzo de este texto no fue casual. Hay un propósito claro.
Prestar dinero es un acto que requiere una relación de confianza que requiere convivencia y afinidad. Es decir: ninguna cantidad se da sin saber quién la da, salvo en el caso de la donación.
Por lo tanto, desconfíe cuando cualquier persona lejana, incluso un familiar, le pida dinero por cualquier motivo. Es muy probable que se trate de una estafa. En caso de duda, no entregue un centavo.
2 – CONTRATO
Si bien es una decisión personal prestar o no dinero a un familiar, es importante que se establezcan algunas condiciones burocráticas básicas para el caso.
La sugerencia es formalizar un contrato. Sí, un contrato. O, si corresponde, un acuerdo formalizado y firmado entre usted y su familiar, con una descripción del monto, los cargos por intereses, los términos y plazos de pago.
En caso de incumplimiento, se podrá invocar dicho contrato o convenio a los efectos de su ejecución. En el peor de los casos, puede servir como documento para una demanda. Quien te ama, de hecho, paga. No dejes que llegue a ese punto.
3 – URGENCIA
Hay circunstancias, sin embargo, en las que la solicitud de dinero se justifica por causas de fuerza mayor, como el apoyo para pagar los gastos de una estancia hospitalaria, un funeral o la compra de medicamentos y alimentos.
Depende de usted decidir cuánto puede contribuir. Sin embargo, dependiendo de la situación, se puede establecer una relación de préstamo, y ya no una de apoyo a fondo perdido, como había ocurrido hasta entonces.
En estas circunstancias, es necesario tener en cuenta la sugerencia anterior (firma de un convenio o contrato), especialmente si se trata de cantidades relacionadas con sus reservas, cuya diferencia deberá ser compensada.
4 – NEGATIVO
Hay casos en los que ya tienes preparada la respuesta: no. Pero, en el caso de un familiar, sea de tu círculo familiar más cercano o no tanto, necesitas saber negarlo para no perder el contacto y la amistad.
De hecho, es a través de la reacción del familiar que no recibe apoyo económico que te das cuenta de cuán verdaderos son tus lazos familiares. De ahí la importancia de llevar la conversación de una manera buena, franca y afectuosa.
Explique que, en ese momento, no dispone de la cantidad solicitada por motivos que considera pertinentes justificar (uso para compromisos personales ya firmados, por ejemplo). Si es así, esté disponible para ayudar de otra manera.
Y AHÍ, ¿TE GUSTA?
Si es así, compártelo ya en tus redes sociales y, sin ninguna segunda intención, por supuesto, copia y pega el enlace en el grupo familiar de tu aplicación de mensajería. Tal vez alguien ya esté pensando en pedirte un préstamo…