¿Qué tipo de profesional soy?

Si trabajas en una empresa, fíjate bien en tu departamento: ¿cuáles son las personas que comparten el mismo horario contigo y a qué se dedican? ¿Parecen estar en un ambiente de trabajo o no?

Puede parecer una tontería, pero tu comportamiento y, sobre todo, tu compromiso marcan una gran diferencia para quienes emplean y esperan a cambio productividad y resultados.

Por ello, en este texto brindamos la posibilidad de una reflexión sobre qué tipo de profesional ha sido usted en su trabajo para que, en su caso, corrija algunos comportamientos e indicaciones.

Ahora, ¿qué tiene eso que ver con mis finanzas personales? Bueno, relájate lo suficiente en tu trabajo para que tu jefe se dé cuenta de lo poco importante que serás. Por favor revise algunos aspectos con nosotros.

1 – CONFIANZA

No se trata necesariamente de puestos que dependen de esta condición para ser asignados a alguien, como la dirección y el liderazgo, por ejemplo, sino de la relación entre empleados y empresas.

Empezando por los que son comunes en un mismo espacio de trabajo. ¿Tus compañeros y jefes confían en ti y en tu trabajo, hasta el punto de delegar funciones más relacionadas con tu credibilidad que con tus habilidades y capacidades?

2 – COLECTIVAD

La respuesta a la pregunta del ítem anterior expone tu capacidad para relacionarte con las personas de tu entorno laboral. Incluso si eres una persona introspectiva, es posible inspirar confianza a través de un sentido de colectividad.

Los profesionales comprometidos con el mantenimiento de ambientes de trabajo saludables son tan o más deseados en el mercado que aquellos que, a pesar de sus conocimientos, son igualmente hábiles en la práctica del egocentrismo y la confusión.

3 – DISCRECIÓN

Quienes realizan su trabajo diario concentrados única y exclusivamente en su propio trabajo no necesitan tener tiempo para ocuparse de asuntos que no les convienen, como algunos de los que se tratan en privado durante el almuerzo o las pausas para el café.

Salvo que sea relevante para su conocimiento, lo más recomendable es mantener la discreción, de modo que cada tema ocupe su demanda específica, ya sea dentro o fuera de la empresa, cuando sea necesario.

4 – PRODUCTIVIDAD

Los profesionales que valoran su trabajo desempeñan sus funciones con un seguimiento diligente de sus procesos de trabajo diarios en el eventual cumplimiento de las metas que se han trazado.

En general, se compromete con la entrega de su productividad para que permanezca en el radar de relevancia de la ocupación de su puesto, a pesar del derecho del empleado a no explotar el trabajo.

5 – AUTOCRÍTICA

Es importante que a lo largo de tu andadura en una empresa estés siempre consciente de ser el primer crítico de tu propio trabajo, incluso antes que tu jefe. Desarrolla la capacidad de evaluarte a ti mismo.

En este momento, observa cómo has ido cuidando tu asiduidad en el trabajo, la forma en que has ido lidiando con la forma en que entregas tu trabajo y también la forma en que te relacionas con todas las personas que viven contigo allí.

5 – ENTRENAMIENTO

Puede suceder si ve la necesidad de mejoras, ya sean técnicas o de comportamiento. En cuanto a lo primero, date cuenta de cuál es tu falta de aprendizaje y busca la formación adecuada.

En cuanto al segundo aspecto, trata de desarrollar hábitos que contribuyan a hacerte no solo un profesional, sino un mejor ser humano. Practica la escucha, la empatía, el respeto y la tolerancia.

BUENO, ¿LES GUSTÓ?

Que nuestros lineamientos pueden haber contribuido a que hayas identificado algunos posibles aspectos a realinear en tu vida profesional o haber confirmado cuánto vas por el buen camino.

Evidentemente, no se trata de convertir a los profesionales en una cadena de producción humana desprovista de personalidad, sino de proponer comportamientos que preserven no sólo el trabajo, sino la propia integridad.