¿Recortar gastos? ¿Qué tal ser peluquero?
Que el argentino ha ido recortando lo que puede de su presupuesto mensual no es noticia desde hace muchos años. Es un golpe aquí, un retoque allá. Todo para que los ingresos mensuales sean lo más presentables posible para las necesidades del día a día.
Toda esta habilidad puede ser, digamos, un estímulo, para que puedas, como mínimo, aumentar tus ingresos con largas rachas de ingresos extra para lucir aún más bella en tu viaje financiero.
Para eso, tendrás que levantarte de tu silla, agarrar tus tijeras y avanzar en una nueva actividad que tiene todo que ver con lo que ya haces: sí, nos referimos a ejercer como peluquero.
Aunque nunca te plantees ser un profesional en la materia, echa un vistazo a los consejos que te traemos a continuación. Quién sabe, ¡tal vez te sirva de inspiración para embellecer, aún más, tu arte financiero de reducir costos!
1 – CONOCIMIENTO
Bien, realmente has dominado las tijeras en tus gastos. Pero, para utilizar la herramienta más básica de todo peluquero, es necesario dejar de lado el sentido figurado para aprender a utilizarlo en la práctica.
¡No hay otra forma que aprender, ya sea a través de un curso ofrecido por una empresa profesional o especializada, o por ti mismo, a través de tutoriales de Youtube en caso de que hayas recortado incluso el dinero de tu nuevo aprendizaje!
Al respecto, por cierto, un consejo muy importante: ten cuidado al recortar demasiado ese dinero que podría sumar conocimientos para aumentar tus ingresos. Seguramente ya debes estar calvo para saber esto, ¿no?
2 – SERVICIO
¿Sabe cuándo ajusta sus facturas para acomodar la compra de algo como un automóvil o alquilar una casa? Pues bien: logras cubrir este nuevo gasto para no dejarlo descubierto los siguientes meses.
Aquí va el mismo razonamiento para ti que empiezas o ya trabajas como peluquera. Toda atención a cada uno de los costes y, principalmente, a los clientes, debe ser personalizada para que se contemple con lo que tú quieres.
Por eso, reconozca en cada nuevo servicio la posibilidad de hacer un trabajo único en función de las características de cada persona -o, en el caso de su presupuesto, del tipo de gasto o inversión que tenga a partir de ahora.
3 – PUBLICIDAD
Hay muchas personas -excepto en Argentina, claro- que dedican más tiempo a quejarse de lo que ganan que a pensar en alternativas para cambiar la apariencia del dinero que logran ingresar todos los meses. feo, no?
Un profesional de la belleza necesita razonar de manera diferente. Empezando por el tipo de conversación que sueles mantener con tu clientela. Por mucho que te hagan terapeuta -o incluso psiquiatra- prefieres ser consultor de empresas.
Mientras lava el cabello de alguien o cambia el peinado de alguien, promueva su actividad. Haz que tu publicidad exterior sea tan hermosa como tu amor por tu profesión con imágenes de tus mejores trabajos en tus redes sociales.
4 – PROFESIONALIDAD
Tal vez se burló de nuestra sugerencia sobre qué hablar con su clientela. Al fin y al cabo, la peluquería es un lugar para hablar de todo, ¿no? Bueno, incluso podría ser el cliente. No a la peluquería.
Comparando libremente, sería como si permitieras que todo tipo de gastos superfluos invadieran la privacidad de tu presupuesto. Llega un momento en que pierdes la noción de lo que conviene o no.
Así debe ser su relación con su clientela cuando está en acción. Manténgase enfocado en el trabajo que está ofreciendo y no en lo que se está hablando allí. Corte todos los temas controvertidos con elegancia. Ser profesional.