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¿Tolera las críticas a su negocio?

Consulte seis razones que pueden estar obstaculizando su capacidad de recibir buenas sugerencias para el bien de su negocio

Actualizado dezembro 17, 2024 | Autor: Rodrigo Viudes
¿Tolera las críticas a su negocio?

Hay gente que no permite que nadie se meta en sus asuntos. De nada sirve empezar diciendo que el golpe viene duro del otro lado: “¡No vengas a hablarme de cómo hago mi negocio!”.

Suponiendo que lo que hace la otra persona es lícito para ganarse el pan de cada día, no tendría nada de malo poder asesorarle para que sea aún más eficiente y gane aún más dinero.

Pero, ya sabes cómo es: a veces, esa persona somos nosotros mismos. No aceptamos que vengan a corregirnos, con un jefe igual se hace una excepción por el trabajo, pero el rechazo puede ser aún mayor según la forma en que te adviertan.

Por eso, te indicamos aquí algunos ‘síntomas anticríticos’ para que aprendas a desarmarte y revertir tu sentimiento de repulsión por aprender y puedas recibir la opinión de la gente sin ninguna crisis.

1 – RESTRICCIÓN

La persona evita ser criticada porque simplemente no sabe cómo reaccionar ante la situación. Esto incluye el malestar físico causado por la intervención del otro: las manos sudan, las piernas tiemblan y la lengua se traba.

Si este es tu caso, relájate. Literalmente. Invita a la persona que quiere indicarte algo sobre tu finanza o negocio para que se siente contigo a conversar. Pon tus manos sobre la mesa y escucha. Listo.

2 – DESEQUILIBRIO

Cuando no es el cuerpo, es la parte más descarada de él la que reacciona: la boca misma. La persona se irrita en el momento en que se le pregunta sobre la hoja de cálculo que no terminó el presupuesto que podría mejorarse de otra manera.

¿Cuál es el punto de actuar así? Lo mejor que puedes hacer es ponerte el orgullo en el bolsillo y considerar lo que el otro te está proponiendo. Analiza si la solución entregada es mejor que la tuya y ejecuta. Simples así.

3 – PERSONALIDAD FRÁGIL

La persona empieza a corregirte y asientes positivamente a todo. No pasa mucho tiempo, terminas creyendo que todo lo que hiciste estuvo realmente mal y que tu esfuerzo fue en vano.

No es así. Aceptar pasivamente las críticas de los demás, sin ningún cuestionamiento que mejore lo que ya se ha hecho, es un rasgo de debilidad de la personalidad. Aprecia tu negocio y no te pongas en una condición inferior.

4 – EXTRAVAGANTE

Dueño de la empresa o ejecutivo de alto rango de la empresa, llevas la vida como un verdadero magnate. Disfruta de sus riquezas mientras descuida los derechos laborales básicos de sus empleados.

Hasta que un día alguien señala esta realidad rosada de la vida que solo tú ves. Si esta persona es realmente tu amigo, te mostrará cómo derrochas lo que tienes y cuánto más puedes perder en la corte más adelante.

5 – INERTE

Su empresa ha entrado en su tercer año sin nuevos incrementos en procesos o productos para mejorar la productividad y alcanzar nuevos mercados y ganancias. Y entra en la cuarta temporada de la misma manera.

A menos que no tenga el capital, o algo de creatividad para capear las crisis, está condenado a quedarse donde está. Y necesito escuchar a aquellos que pueden subsidiarlo con soluciones que lo impulsen a usted y a su empresa.

6 – AMBICIÓN

Lo contrario de la inercia. Como todo lo que está desequilibrado tiende a no funcionar, lo mejor es buscar el punto medio entre el deseo y la necesidad, aprendiendo a ‘escuchar’ el mercado con oídos muy atentos.

Esto significa ser un experto en el arte de escuchar a los accionistas, socios, empleados y, sobre todo, a los clientes. Entonces, no sirve de nada quejarse si no se entera de sus resultados.

¿Es necesario dibujar?

Como habrás visto arriba, es necesario reformular pensamientos, palabras y actitudes frente a las críticas.

Los puntos definen bien cada uno de los aspectos que deben mejorar para que puedas alcanzar la reacción correcta.

Es cierto, lo sabemos, que el estrés diario afecta las relaciones y las respuestas que recibimos.

Sobre todo cuando el día no está para escuchar quejas, especialmente cuando tienes una factura de un proveedor por pagar.

Y más aún cuando el interlocutor no es otro más que tu propio cliente que decide molestarte durante todo el día.

En esos momentos, no hay mucho que hacer, salvo escuchar y agradecer después. Después de todo, “el cliente siempre tiene la razón”, ¿no es lo que dicen?

La lección de la agencia de autos

Antes de terminar de leer este texto, esperamos que ya seas consciente de la importancia que las críticas pueden tener para los negocios.

En esas ocasiones, lo mejor es vaciarse de convicciones para escuchar atentamente lo que puede ser una oportunidad.

Hace unos días, nos enteramos de que el dueño de un estacionamiento de venta de autos decidió cambiar la fachada de vidrio por una malla.

Al quedarse frente a la tienda, al final de la tarde, se dio cuenta de cuántos conductores que debían entrar lo insultaban repetidamente.

Uno de ellos se detuvo y le preguntó si ya se había dado cuenta de cuánto su fachada estaba bloqueando el tráfico debido al reflejo del sol.

El hombre cruzó a la acera de enfrente y vio lo mucho que su inversión para hacer la tienda más visible la había convertido en un reflector solar gigante.

Entonces, no lo pensó dos veces: mandó retirar todo el vidrio y colocó una barda baja con una reja, además de elevar el nivel del piso del estacionamiento.

Los autos, que antes eran cegados por los rayos del sol, comenzaron a ser más visibles al tránsito, y las visitas aumentaron, con nuevas ventas.

Si hubiera seguido quejándose de las críticas, ese vendedor seguiría cegado por la falta de visión (y de escucha) de su propio negocio.