¿Vale la pena invertir en la fachada de la empresa?
Conoces la tienda en internet, das like a la página, llena de bellas imágenes, compras los productos o pagas los servicios y, un buen día, decides visitar la tienda física.
La primera impresión es que solo puede estar en la dirección equivocada: la fachada tiene una pared descolorida, la ventana no tiene productos en exhibición y al letrero de arriba incluso le falta una letra del nombre de la empresa.
Al fin y al cabo, cuál es la tienda real: la virtual o la física. En teoría, la respuesta más simple es esta: ¡ambos! Mientras que el primero brilla en Internet, el segundo se parece más a un almacén, sin preocupaciones visuales.
Si esto es lo que le sucede a tu empresa -y, peor aún, eres el dueño del negocio- consulta con nosotros cinco razones esenciales para que tu imagen comercial sea de una calidad única, ya sea en la red social o de cara a la calle.
1 – TARJETA DE NEGOCIO
La fachada de una empresa o tienda es el primer mensaje que se envía al consumidor. Suele ser la primera valoración en una decisión de compra, al menos para aquellos que se preocupan por lo que van a comprar.
Y no se trata solo de buena o mala apariencia aquí. Cualquiera que vea una fachada bien cuidada asume que se da el mismo tratamiento exterior a lo que se da en el interior. Al menos así es como la gente lo ve.
2 – PROFESIONALIDAD
Como es una fachada, la empresa debe preocuparse no solo por lo que puede imponer un precio, sino también por aquellos valores intangibles, como la percepción que las personas tienen de lo que es accesible para todos.
De ahí la necesidad de mantener la mejor imagen posible del negocio, empezando por la propia fachada, para que se reconozca, a partir de ahí, que es algo realizado por profesionales que se preocupan por ello.
3 – COMPETENCIA
Inmediatamente, la primera observación que debe hacerse, ya sea por parte del propietario o de los consumidores, aún en relación con la ubicación física, en su caso, es: ¿qué ha hecho mejor la competencia para atraer a sus clientes?
Dependiendo del segmento, la fachada también marca una gran diferencia en la elección del consumo. Tiendas de belleza, por ejemplo. ¿Qué satisfacción obtendrías de invitar a alguien a tomar un café en una panadería con un frente desmoronado?
4 – SERVICIO CORRECTO
No tiene sentido recurrir a ningún tipo de identificación frente a su tienda. Hay quien ve la necesidad de ahorrar dinero e instalar paneles que, con el paso de los meses, hacen que las palabras y las imágenes sean prácticamente inelegibles.
En otras palabras: tendrás que volver a pagar para instalar algo que no solo dure y, más que eso, tenga calidad. Importante recalcar nuevamente: la fachada es la primera impresión que el cliente tiene de tu negocio. Que sea lo mejor posible.
5 – PROFESIONALIZAR
Si entiendes que analizar cambios en tu fachada es algo que se puede dejar para más adelante, ok, tu competencia te lo agradecerá. Si tu competencia tiene la misma mentalidad, pronto aparecerá alguien dispuesto a hacer algo diferente.
‘Culpar’ al tiempo es una pérdida de tiempo. Si es así, contrata una empresa especializada en identidad visual, lo que significa un movimiento hacia la profesionalización de las decisiones relacionadas con tu fachada comercial.
Lo mismo ocurre con su comunicación digital. De nada sirve tener una tienda física con un aspecto bonito sino una ‘versión’ virtual sin compromisos con el diseño, la navegabilidad y el servicio adecuado.
ENTONCES, ¿CÓMO ES TU FACHADA?
Después de todo lo que has leído aquí, esperamos que puedas tomar la decisión más asertiva para que tu empresa también sea reconocida por su competencia en el cuidado de su propia imagen. Nunca lo olvides: el cliente también compra por lo que ve.