¿Vale la pena ser pesimista con tu dinero?

A pocos días de que finalice otro mes -el octavo de los doce del año, como ya sabes- tu presupuesto personal, familiar o empresarial ha cerrado un nuevo periodo al límite del compromiso o incluso insuficiente.
No es la primera vez. De hecho, la asfixia financiera ha sido recurrente y, a falta de algo mejor que hacer, comienzas a quejarte de la situación, como si el mundo entero estuviera conspirando en tu contra.
Quizás por la incapacidad de percibir tu propia dura realidad, no sabes cómo lidiar con la situación. Bueno, no por casualidad, estamos aquí para ayudarte en esta reflexión, como siempre, el trato con las finanzas personales.
En este caso, lo que tenemos para ofrecerte es una nueva mentalidad financiera a través de la cual puedes, al menos, cambiar la forma en que piensas sobre tu dinero, para terminar el mes con un balance muy diferente y mejor que el actual.
1 – PARA Y PIENSA
Lo primero que debe hacer es evaluar qué tan consciente es usted de su propio dinero. Este es el principio de cualquier análisis. Si eres, por ejemplo, esa persona que gasta sin preocuparse de cuánto gana, necesitas replantearte la vida.
A menos que seas un millonario imprudente -sí, hay quienes derrochan en exceso- la única alternativa para mantener un presupuesto financiero saludable, sea el que sea, es gastar menos de lo que ganas.
Está bien, debes haber escuchado, leído y escuchado esta frase más de cien veces, pero no está de más incluir esta más en tu cuenta, la aprenderás de memoria y, en poco tiempo, podrás poner en práctica!
2 – REACCIONAR
Para que el cambio ocurra, es necesario reaccionar desde hábitos y comportamientos que, con el tiempo, puedan construir una perspectiva optimista sobre la forma en que cuidas tu propio dinero.
Entre las posibles nuevas posturas inmediatas está la probable reformulación de la forma en que registra sus transacciones financieras, ya sea solo desde la memoria o en algún tipo de control físico o digital.
Suponga que las personas ricas aprecian mucho saber cómo y dónde se gasta su dinero para que quede aún más para otras necesidades. Esto prescinde de una visión positiva del presupuesto.
3 – CONOCIMIENTO
Además de la pura negligencia, hay muchas personas que no se toman el tiempo de analizar sus propias cuentas por la simple razón de la ignorancia en el manejo de números, en el sentido más honesto del término y de la situación.
Entre las causas probables puede estar el inadecuado o desinteresado proceso de alfabetización en Matemáticas y sus cálculos, o incluso el estrecho margen en materias relacionadas con las finanzas.
De ahí la importancia de una mentalidad comprometida con la recuperación del propio presupuesto a través de una búsqueda programada y automotivada de conocimientos que ayuden a cambiar la propia realidad.
NOTA IMPORTANTE: Una de las opciones ya está frente a ti. Desde UDS Finanzas abordamos varios temas que ayudan a nuestros lectores e internautas a saber pensar y cuidar su propio dinero. ¡No dudes en conocer todos nuestros textos!
¡REPENSAR!
Para terminar, enumeramos a continuación algunas reflexiones necesarias para quienes imaginan ser ricos. Cópielos y péguelos en algún lugar visible y recuerde cada uno antes de comenzar a quejarse. Vea:
1 – El primer y principal responsable de tu realidad financiera eres tú mismo y tu conciencia
2 – Las adversidades financieras solo comienzan a resolverse después de que usted mismo elimine sus propias barreras mentales limitantes
3 – Tener celos de alguien que es rico es perder el tiempo y la energía disponible, incluso para enriquecerse
4 – Aquellos que ni siquiera planean para el presente no tienen crédito para el futuro