¿Practicas el consumo consciente?

Venimos ocupando nuestro espacio aquí en UDS Finanzas con posts que tratan principalmente de cómo cuidas tu dinero, para ayudarte a cuidar tu presupuesto personal, familiar y empresarial.

¿Sabías que la forma en que gastas tu dinero en la búsqueda de satisfacer las necesidades cotidianas, ya sea de productos y servicios, impacta directamente en el entorno en el que ya estás inserto en tu barrio o ciudad?

Si aún no lo sabías, te lo recordamos una vez más. Al fin y al cabo, este tema es recurrente en los medios y en las campañas impulsadas por entidades y gobiernos. En otras palabras, está lejos de ser nuevo.

Pero, comprometidos a motivarte a desarrollar tus nuevos hábitos de consumo consciente, hemos seleccionado algunos comportamientos que, a través de ti, contribuirán a la preservación de la naturaleza.

PRIMERO, UNA INFORMACION…

En caso de que encuentre este tema demasiado inquietante para su ‘libertad de consumo’, compruebe cuánto tiempo necesita cada tipo de material para descomponerse por completo.

• Papeles en general: tres meses
• Telas: de seis meses a un año
• Cigarrillo: de uno a dos años (sí, esa colilla tirada en el suelo)
• Chicle: cinco años (y pensar que se queda en la boca mucho menos)
• Nailon: treinta años
• Plástico: cientos de años
• Styrofoam: 400 años (detalle: este tipo de material no se recicla)
• Vidrio: miles de años
• Caucho: indeterminado
• Metal: nunca

1 – ¿DE DÓNDE VIENE ESTO?

Independientemente de lo que tenga que comprar, verifique si el proceso de producción incluye prácticas ilegales, como el trabajo esclavo, o dañinas para la naturaleza, como la controvertida experimentación con animales.

Aprovecha también para conocer mejor a la empresa productora. ¿Estaría involucrado en compromisos que protejan el medio ambiente o ha sido más frecuente en las noticias relacionadas con la degradación del medio ambiente y las personas?

2 – USADO PRIMERO…

El consumismo desenfrenado ha acumulado cada vez más basura de todo tipo. Allí mismo en tu casa debe haber recipientes almacenados en algún lugar o dejados en el patio trasero, disponibles para la acumulación de agua, animales y enfermedades.

El consejo aquí es simple: antes de comprar algo, considere si algo más que ya tiene puede usarse para el mismo propósito. Una lata puede servir como florero. Una llanta usada puede servir como macetero. Usa tu creatividad.

3 – NUEVAS PRÁCTICAS

Cuando tienes una conciencia socioambiental muy clara, te replanteas el acto de comprar en cualquier momento. Siempre viene a la mente el reflejo de ese consumo, si es por el propio bien, en detrimento de la naturaleza.

Este tipo de hábito tiene algunos aspectos positivos. Empezando por ahorrar su propio dinero. Compra solo lo que necesitas. Esto elimina pérdidas, acumulaciones innecesarias, desperdicios.

4 – RESIDUOS SELECTIVOS

Cuando produzca su propia basura, intente separarla adecuadamente para que pueda ser reutilizada tanto como sea posible. Vidrio, madera, metal, papel, plástico, orgánicos e inservibles. Todo en su debido lugar.

De hecho, de lo que se puede reciclar, incluso puede ganar unos cuantos dólares. O, si lo prefieres, dónalos a personas que recolectan materiales reciclados para sobrevivir. En Buenos Aires, por ejemplo, están en todas partes.

5 – ATENCIÓN CON RESIDUOS TÓXICOS

Hay algunos tipos de basura que absolutamente no se pueden desechar en la basura normal. Son aquellos que, por su toxicidad, pueden contaminar la naturaleza llegando, por ejemplo, a las aguas subterráneas.

Dentro de los artículos no desechables se encuentran los teléfonos celulares, baterías, baterías, baterías de auto, medicamentos, electrodomésticos en general. Todo ello deberá ser remitido a quienes la ley determine para su debida disposición.

ACTITUD COLECTIVA

Ante la falta de una legislación que trate el tema, moviliza a tu comunidad a buscar legisladores para crear normas para que la ciudad cuide su basura con la responsabilidad que requiere el tema ambiental.