Voy a asistir a la universidad lejos de casa. ¿Y ahora?
Y después de estudiar durante toda la niñez y la adolescencia, te topaste con esa decisión que aún deja muchas veces en duda a la juventud. ¿Dónde y en qué me formo profesionalmente?
Pues dio la casualidad que decidiste estudiar Medicina en Buenos Aires, o Pedagogía en Córdoba. Cualquiera que haya sido o sea tu elección, lo cierto es que tus estudios y tu nueva experiencia de vida estarán lejos de casa.
Y ahora, ¿qué hacer? ¿Por dónde empezar esta nueva etapa? ¿Qué necesito saber antes de empacar mis maletas y dirigirme a mi título universitario? ¡Para eso estamos aquí!
1 – FUTURA RESIDENCIA
¿Fuiste el único que obtuvo el lugar en ese curso en esa universidad en tu círculo de amigos en tu escuela o ciudad? Si es así, genial. Averigüe si la institución educativa ofrece alojamiento.
De lo contrario, dependerá de usted alquilar un apartamento pequeño o una pequeña cocina para comenzar su nuevo viaje durante los próximos años. Aún mejor si puedes compartir los gastos con alguien de confianza.
2 – DESPLAZAMIENTOS
Por lo general, los estudiantes suelen residir en condominios, edificios o proyectos de vivienda ubicados en las cercanías de donde estudiarán. Al menos eso es lo que se observa en todo el país.
Esta ubicación privilegiada ayuda a reducir los costes de desplazamiento, especialmente en el caso de las grandes ciudades. Busca viviendas cercanas cuyos valores de alquiler se ajusten a tu presupuesto de estudiante.
3 – COMIDA
La vida fuera del hogar puede requerir algunas adaptaciones a la rutina que disfrutaba en casa hasta hace poco tiempo. Además de limpiar y lavar tu propia ropa, tendrás que organizarte para prepararte incluso tu propia comida.
En este caso, el consejo es aprovechar las promociones disponibles en el mercado y evitar comer tanta comida industrializada. Si es así, reserve parte de su dinero para ese restaurante cercano, barato y de buena comida.
4 – TRABAJO
La mayoría de los cursos universitarios suelen ocupar solo una parte del día en actividades de aula o laboratorio, ya sea por la mañana, tarde o noche. El resto del día debe dedicarse a los estudios y, cuando sea posible, al trabajo.
Conseguir un trabajo temporal ayuda mucho a pagar los gastos del día a día y especialmente para las fiestas. Al llegar a tu nuevo hogar, busca u ofrece oportunidades de servicio y concilia con tu rutina académica.
5 – ÚTILES ESCOLARES
Los gastos de un curso de educación superior no se limitan al mantenimiento del día a día en sí, sino también a los relacionados con el material didáctico en sí, dependiendo de lo que elijas estudiar.
En este momento, sea lo más práctico y económico posible. Busca en las librerías universitarias de viejo los libros que necesitas e intenta conocer a futuros compañeros de profesión que puedan compartir contigo otros elementos necesarios para el proceso de formación.
6 – VISITAS PROGRAMADAS
Durante el tiempo que estés en la universidad, tu nuevo hogar, individual o colectivo, será tu hogar y ese hogar de tu familia se convertirá en un lugar de visitas por algún tiempo.
Es muy importante ser consciente de esto para no recargar tu rutina con tantas idas y venidas, salvo que la distancia es relativamente corta. Pero, ya sabes cómo es: ¡cortar el cordón umbilical es necesario!
RESERVAS ESCOLARES
No todo el mundo tiene el privilegio de tener a alguien en casa que le ayude o pague la totalidad de sus facturas universitarias. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer, mientras todavía está en casa, es planificar financieramente.
En este sentido, cuanto más sepas qué y dónde quieres estudiar, mejor, para trazar un plan de acción para conseguir el dinero necesario. Si es así, trabaja, ahorra y ten tu propia reserva económica para los años de estudio.